Acuerdo sobre gasoductos beneficiará a CFE y firmas

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En materia financiera, el acuerdo entre la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y las constructoras de ductos de gas tendrá efectos positivos para ambas partes.

La CFE se beneficiará por la baja en las tarifas que le cobraban los empresas por el uso de los ductos y va a poder rentar a privados y vender mayor cantidad de gas, aseguró el experto en materia energética y económica Ramsés Pech Razo.

Del ahorro de 4 mil 500 millones de dólares del monto original, de 12 mil millones que tendrían que pagar adicionales por la tarifa ligada a la inversión, la diferencia, 7 mil 500 millones, podrá ser amortizada al tener una mayor capacidad de venta de gas natural, más generación de electricidad y tarifa fija.

Con materia barata disponible (gas), lo único que tiene que hacer la CFE es disminuir su costo de operación e incrementar la eficiencia en las plantas de gas natural y en las que vaya a construir.

Explicó que el acuerdo concluido ayer con dichas empresas representa para la CFE poder comercializar alrededor de 8 mil 200 millones de pies cúbicos diarios, lo cual equivale a la demanda actual total en México, que es de 8 mil 150 millones.

La capacidad de los ductos contratados al inicio era de 7 mil 429 millones de pies cúbicos, pero se incrementó al ampliar la capacidad en más de 8 mil millones.

De esta manera, de 100 por ciento de ductos, 63 por ciento será cautivo por la CFE y el 37 restante podrá ser rentado a la industria por las empresas poseedoras del ducto a tarifas que hoy día están normadas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

El primer ducto que entraría en operación sería el de Tuxpan, con 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios, el cual aportará la materia prima para 14 plantas de generación de electricidad de la CFE. Mil 40 millones de pies cúbicos al día de capacidad quedarán disponibles para la industria, lo que representa 40 por ciento.

El ducto transportaría gas natural a la región centro y Golfo de México, y se evaluará la posibilidad de mandar el hidrocarburo a la península de Yucatán, debido a que actualmente no hay forma con base en la infraestructura actual.

Ramsés Pech dijo que el cambio de una tarifa ligada a la inversión del ducto a una que puede ser en función de la ampliación del contrato y/o incrementar la capacidad del ducto se traduce en una tarifa baja, al colocar de manera constante el costo del servicio del transporte de cada contrato.

Ese precio es entendido como la cuantificación que se hace en relación con las cotizaciones que prevalecieron en un año determinado y que se están tomando como base para la comparación.

Así, la CFE es parte del negocio al compartir el riesgo al anclar el ducto a la utilización del gas de las 20 plantas que pretende utilizar y las cinco nuevas programadas en la administración actual, dando lugar a bajar el riesgo financiero del apalancamiento de cada proyecto y tener una recuperación por los privados a un bajo interés que permite tener un flujo de efectivo adicional comparado con el anterior contrato.

Las tarifas utilizadas para la corrida financiera son en función del nuevo acuerdo, dando oportunidad al sector privado de poder rentar a la industria 37 por ciento a cobros regulados por la CRE.

Por su parte, el especialista en temas de energía Arturo Carranza señaló que lo más rescatable es que se haya llegado a un acuerdo totalmente positivo. Ello, expresó, contribuye a un clima de certidumbre, el cual es necesario para detonar las inversiones que hacen falta para que el país crezca. Es un acuerdo ganar-ganar.

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