Asesinaron al periodista Juan Carlos Muñiz en Fresnillo

El medio Testigo Minero exigió justicia para su colaborador y el gobernador lamentó los hechos del comunicador que también se empleaba como taxista

infobae.com

El periodista Juan Carlos Muñiz, Rigoberto, fue asesinado a balazos en Fresnillo, Zacatecas, en medio de la ola de violencia que sacude al estado, al país y a la prensa.

De acuerdo con compañeros locales, el comunicador fue interceptado cuando viajaba a bordo de un auto blanco, durante el desarrollo de su segundo empleo como taxista. Llevaba pasaje, pero él fue el único agredido.

Rigoberto, como se le conocía, tenía alrededor de un par de años colaborando en el medio en la fuente policial, inseguridad y de nota roja. Era padre de familia con esposa e hijas. Con él suman seis periodistas ejecutados en lo que va de 2022.

“El cobarde asesinato de nuestro compañero y amigo ha conmocionado a gran parte de la sociedad fresnillense y del estado, así como al gremio periodístico”, publicó en redes el portal para el que trabajaba.

Suman al menos seis periodistas asesinados en México en 2022 (Foto: EFE/ Jorge Núñez)

“Es urgente reflexionar ante la cruda realidad que se vive en nuestro país, estado y municipio”.

La Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas reportó del crimen a las 14:47 horas, cuando agentes arribaron y observaron el cuerpo sin vida en la calle Ficus del fraccionamiento Los Olivos. Elementos de la fiscalía estatal también acudieron para procesar la escena criminal.

“Es algo totalmente lamentable, es inaudito y lo que esperamos es que den con los culpables, no sabemos cuántas personas hayan estado involucradas en el ataque, y que se haga justicia”, exigió José Celis al ser consultado por este medio sobre el caso de su compañero.

La Fiscalía de Zacatecas inició investigaciones bajo el protocolo de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión. También sostuvieron comunicaciones con el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.

Policías estatales arribaron y acordonaron la zona (Foto: Archivo)

“En este momento se realizan las primeras diligencias de investigación y se recolectan los datos que lleven a establecer la línea de investigación”, comunicó la dependencia.

David Monreal, gobernador del estado, condenó los hechos y expresó su solidaridad con amigos, familiares y colegas. Aseguró instrucciones a las autoridades ministeriales que lleven a dar con quienes cometieron el asesinato del periodista.

“Ni este, ni ningún otro suceso, puede quedar impune”, publicó el morenista, oriundo del mismo municipio donde se registró el ataque la tarde de este 4 de marzo.

Multimedios Testigo Minero pidió que se den con las averiguaciones de quien también era llamado TX, dado su oficio complementario al volante, además de colaborar con otros medios. El portal destacó el aprecio de quienes lo seguían por sus coberturas en la ciudad más insegura de México y que atraviesa por una prolongada narcoguerra desde mediados de 2020.

México es de los países más peligrosos para la prensa en el mundo (Foto: REUTERS/Edgard Garrido)

Juan Carlos Muñiz inició en el oficio de la prensa desde su trabajo como taxista. En ambas labores sustentaba a su familia. En redes, centenas de usuarios lamentaron que le arrebataran la vida como a las víctimas que se registran todos los días y hoy dieron con el comunicador.

“Se investigará a fondo el crimen, no habrá impunidad. Nuestro más sentido pésame a su familia, amigos y compañeros”, prometió Jesús Ramírez Cuevas, vocero de la Presidencia de México.

Al caso de Rigoberto se acumulan el de los periodistas asesinados en Tijuana en los primeros meses de este año, Lourdes Maldonado y Margarito Martínez; así como el de José Luis Gamboa Arenas, ejecutado en Veracruz; Roberto Toledo, en Michoacán; y Heber López Vázquez en Oaxaca.

México es de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y de acuerdo con un análisis de Reporteros Sin Fronteras sobre la última década, la mayoría de los asesinatos y agresiones se concentraron en estados con intensa presencia del crimen organizado, donde muchos de los reporteros asesinados cubrían noticias sobre corrupción, narcotráfico, violencia y seguridad pública.