Al menos cuatro estados decidieron mantener en rojo sus semáforos pese a que el gobierno federal los ubicó en color anaranjado, por no presentar condiciones para continuar con la reapertura de actividades no esenciales, ya que han aumentado los casos de COVID-19.
Se trata de Baja California Sur, Durango, Tamaulipas y Jalisco, mientras que en el Edomex se preveía que esta semana transitaría al semáforo anaranjado, pues junto con la CDMX han diseñado acciones conjuntas para la reactivación, pero mientras la capital del país inició en dicha fase, en la entidad vecina decidieron quedarse en rojo, aunque haya disminuido la ocupación hospitalaria.
En Baja California Sur, el gobernador Carlos Mendoza Davis anunció el domingo que no existen las condiciones para dar un siguiente paso en la reapertura de actividades no esenciales, ante el incremento en el número de contagios y de fallecimientos.
Mientras, al superar los seis mil casos positivos, Tamaulipas decidió mantener en rojo el semáforo y se ordenó que no abran comercios no esenciales en los ocho municipios que concentran el mayor número de enfermos.
En Durango, el gobernador José Rosas Aispuro destacó que sólo abrirán negocios esenciales hasta que se logre reducir la pandemia, ya que hoy superan los mil 700 casos positivos y casi 200 muertos.
Y en Jalisco, actividades no esenciales y sitios públicos como parques, bosques y escuelas de deportes con menos de 20 alumnos, además de gimnasios y hoteles con 25 por ciento de afluencia, continúan abriendo en la fase de responsabilidad individual, a pesar de que el semáforo está en rojo.
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