Coatzacoalcos, la ciudad que ‘vivía de noche’, ahora solo siente miedo

En este puerto es más común observar las cortinas de varios negocios con anuncios de ‘se vende’ o ‘se renta’ ante la negativa de propietarios de pagar ‘derecho de piso’ al crimen organizado.
elfinanciero.com.mx

COATZACOALCOS, Ver.- En Coatzacoalcos la noche se volvió muda. Luego del ataque al bar ‘Caballo Blanco’ se hizo el silencio y todas las calles parecen estar a media luz.

Los bares, los pocos que se atrevieron a abrir, lucían prácticamente vacíos, con solo una o dos mesas ocupadas.

En este puerto petrolero, que vivía de noche y de día, poco queda pues muchos negocios han cerrado y en sus fachadas anuncian la posibilidad de rentar o comprar.

Sin embargo se trata de espacios poco apetecibles: la humedad, la corrosión y el abandono los tienen prácticamente en ruinas, como un reflejo del sentimiento de muchos de los habitantes de la ciudad.

También el miedo inhibe la inversión, el saber que los empresarios son un blanco constante de la delincuencia hace menos atractiva la idea de iniciar un negocio.

En los últimos meses, al menos seis negocios han sido incendiados por la delincuencia organizada luego de que sus propietarios se negaron a pagar el llamado ‘cobro de piso’ (extorsión en términos legales).

Para Raúl Ojeda Banda, presidente de Ciudadanos Unidos por Coatzacoalcos, la situación en la ciudad se ha vuelto insostenible y asegura que incluso algunas familias de empresarios han dejado la ciudad a raíz de la inseguridad.

“Señor presidente (Andrés Manuel López Obrador) tiene que hacer algo por esta ciudad, no se puede vivir así”, expresó en entrevista para El Financiero.

En Coatzacoalcos, las paredes hablan, la gente le teme a los delincuentes, pero también a los policías. La presencia de los uniformados indica, como aves de ‘mal agüero’, algún suceso de violencia.

En las colonias más pobres de la ciudad es común ver mantas que advierten a los delincuentes la suerte que correrán en caso de que sean atrapados, pues la comunidad promete hacer justicia por su propia mano.

Justamente en esos lugares de calles de lodo y aguas negras es donde se llevan a cabo algunos de los funerales de las víctimas del incendio en el bar ‘Caballo Blanco’.

En la casa de Erick, mejor conocido como DJ Bengala, colocaron una carpa para proteger a los deudos de los rayos del sol característico de la ciudad.

En su interior está el ataúd, la familia llora, sufre, como lo han hecho antes decenas de amigos y familiares de las víctimas de la delincuencia que reina en la ciudad.

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