Crecerá el turismo en la zona Maya al 100 por ciento estima el INAH

Pedro Sánchez Nava, coordinador de Arqueología, afirma que se contempla que, con la construcción de la obra, las visitas a los sitios de la zona Maya se dupliquen

heraldodemexico.com.mx

Junto con los planes de progreso que prometen los rieles del Tren Maya, también irán a bordo miles de turistas que pueden colapsar la zona. Con la construcción del principal proyecto de infraestructura del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) prevé que el número de visitantes a las zonas arqueológicas del área se incremente 100 por ciento por lo que ahora no existe capacidad para recibirlos.

En este momento, las zonas arqueológicas no estarían preparadas para recibir una afluencia de visitantes que seguramente se va incrementar y que calculamos será en mínimo 100 por ciento, afirma Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador Nacional de Arqueología. El arqueólogo explica que la construcción deberá ir acompañada de adecuaciones en los sitios para recibir el turismo, de estudios sobre la capacidad de carga de los mismos y de impacto de las obras de infraestructura colaterales al ferrocarril.

Si en Chichén Itzá recibimos tres millones de visitantes al año, lo más seguro es que recibamos el doble, seis millones, y lo mismo en Tulum que a veces es la zona con más visitantes por los cruceros que llegan ahí. Tenemos que hacer estudios para ir normando los horarios de visita, la afluencia de visitantes y estar muy preparados incluso con la parte de la señalética, cédulas, áreas de servicio y descanso…, señala.

De acuerdo con el presidente López Obrador, la primera fase de la obra comenzará este año. La megaobra contempla un recorrido de mil 460 kilómetros de vía que se extenderán por Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. A decir de Sánchez Nava, el INAH ya cuenta con un estudio previo de sólo 30 kilómetros donde se contabilizaron mil 783 vestigios, de diferente índole.

En el primer trazado del tren, no definitivo, que abarca esa área, existen 30 zonas arqueológicas abiertas al público y 20 más que ya se visitan pero que no están oficialmente abiertas. Una opción para desahogar el turismo de los sitios más visitados, afirma, será la apertura de nuevos espacios como el Chichén Viejo.

Sánchez Nava señala que a pesar de que este año ya se contempla gastar en el proyecto 2 mil 500 millones de pesos, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, el INAH aún no ha recibido el trazo definitivo de la ruta, ni tampoco el cronograma de trabajo de la primera fase, elementos con los que planteará un proyecto integral de acompañamiento de las obras.

Hasta el momento, dice, el INAH se ha limitado a acompañar los estudios de ingeniería básica sobre mecánica de suelos y analizar los estudios de tecnología Lidar que les entrega una firma contratada por Fonatur y con los que se identifican posibles vestigios.

La prospección puede ser algo muy rápido no tardará más de seis meses, tenemos la estrategia, los vuelos Lidar, vamos ir de manera puntual en donde tengamos localizados vestigios, en donde nos podríamos tardar más es en la segunda etapa, que es la de las exploraciones, donde ya se llevan a cabo salvamentos.

Se ha planteado que la construcción inicie del tramo que va de Kobá a Cancún y de Cancún hacia el sur, en Bacalar; de acuerdo con Sánchez Nava, una vez que inicien los trabajos, el INAH tendrá posibilidades de incorporar a la obra cuatro equipos de cinco especialistas cada uno quizás unas 20 personas, con ese personal lo podríamos hacer en principio.

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