De euforia a la confusión: el peculiar recibimiento de la afición al Atlas en Jalisco

Miles de aficionados se conglomeraron en las inmediaciones del Estadio Jalisco y a través de cánticos y porras animaron a su conjunto a su llegada al inmueble

infobae.com

El fervor que se vive en Guadalajara, Jalisco, a raíz del partido definitorio entre Atlas y León es tal que las calles se han pintado de rojo y negro esta tarde. El autobús oficial que transporta al equipo desde el punto de concentración hasta el Estadio Jalisco fue testigo de la pasión de la gente por el conjunto rojinegro.

El autobús de Atlas fue escoltado por motocicletas patrulla, correspondientes a las autoridades locales; sin embargo, aquellas luces de las sirenas se vieron opacadas por los aficionados con sus camisetas, rojas, rojinegras, e incluso blancas, así como por las banderas ondeantes en el cielo tapatío.

En su camino hacia el Jalisco, los gritos y cánticos no se ausentaron durante el recorrido. De hecho, algunos aficionados, con tal de estar más cerca del camión, se interpusieron directamente en el camino sin importar el paso de las motocicletas escolta o el propio autocamión.

“Hoy vamos a ser campeón, hoy hay que ganar”, es lo que se podía apreciar en las porras que los atlistas entonaban al autobús de su equipo.

El momento que se vive para los aficionados de Atlas es histórico (Foto: Henry Romero/Reuters)El momento que se vive para los aficionados de Atlas es histórico (Foto: Henry Romero/Reuters)

Sean parte de un grupo porril como la Barra 51, o de un sector de aficionados no unidos a estas porras, el aliento para los Zorros no cesó de ninguno y en ningún instante durante la llegada del conjunto dirigido por Diego Cocca a su estadio.

A pesar de que no es el Infierno el cielo se iluminó de rojo gracias a las bengalas que algunos hinchas encendieron en el trayecto del camión.

Por otro lado, León no contó con un buen recibimiento. En un principio, un autobús que no era el de la escuadra esmeralda llegó y los aficionados rojinegros, pensando que allí iba el rival, comenzaron a hostigarlo y agredirlo; incluso se le lanzaron objetos.

No obstante, el camión que transportaba al conjunto esmeralda fue escoltado por helicóptero y patrullas hasta el Estadio Jalisco, y aquel que recibió las agresiones era el que transportaba a algunos familiares del equipo tapatío.

Las conglomeraciones a las afueras del Estadio Jalisco responden a las ansias por un título de una hinchada que lleva más de siete décadas sin poder proclamarse campeón del fútbol mexicano. Hoy en día pocos son los que pudieron ver el último trofeo liguero de La Academia. Un ejemplo de esto es don Tony Díaz, peluquero tapatío que presume sí haber visto la estrella conseguida en 1951.

Yo tenía ocho años cuando aquel campeonato, teníamos un vicio de jugar fútbol en la calle y siempre portaba mi camiseta Rojinegra, en la escuela también la portaba y me decían: ‘la margara’ porque siempre traía esa camiseta conmigo, fue un obsequió de mi hermano, quien me enseñó de peluquería y quien me enseñó a querer al Atlas, afirmó Don Tony para miembros de ESPN.

Aquellas expectativas que ha despertado esta final, ha hecho que negocios incluso quieran regalar cosas a manera de homenaje: “Si traen su camiseta del Atlas y su boleto de entrada al partido, el día lunes se les estará dando boleada gratis, esperemos que llegue el título, a mí me tocó el subcampeonato del 99 a mí sí me tocó vivirla y sentirlo, ahora después de tantos años, ya nos toca ganar”, explicó Julio Castillo, propietario de una bolería en Guadalajara, Jalisco.

“Vamos, vamos Rojinegros, que esta noche tenemos que ganar”, es el cántico que se pudo apreciar en el estadio local cuando las acciones del partido definitorio estaban por comenzar.

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