El hombre que presumía una vida de lujos en sus redes sociales fue encontrado por partes en uno de los barrios más pobres de Buenos Aires, Argentina.
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Fernando Pérez Algaba, conocido como influencer, comerciante y empresario, fue encontrado descuartizado la madrugada del miércoles 26 de julio en Ingeniero Budge, al sur de Buenos Aires, y el caso ha consternado a la ciudadanía de Argentina en los últimos días, debido a la brutalidad de su asesinato.
Las piernas y brazos del hombre aparecieron desde el domingo 23 de julio en un arroyo del sur de Buenos Aires, y fue hasta el miércoles pasado que se confirmó el ataque al encontrarse con su torso y cabeza en una maleta en el mismo lugar.
Las líneas de investigación son variadas; sin embargo, apuntan a que Pérez Algaba estaba metido en problemas relacionados con deudas con el crimen organizado y las barras bravas de su país, ya que estuvo en ciudades como Miami y Barcelona en meses recientes presunamente para esconderse, según lo que sugieren los audios con amenazas que recibió.
“No te estoy amenazando, te estoy diciendo que te voy a arrancar la cabeza”, se escucha un audio difundido en el Canal Nueve de la televisión nacional argentina, misma que presentó al menos otras cinco conversaciones filtradas en las que se dio a conocer el contexto en el que vivía el influencer.
Las amenazas en su contra eran múltiples, y de acuerdo con las primeras hipótesis, Algaba posiblemente se dedicaba a lavar dinero del crimen organizado al prometerles destinarlo a Bitcoin y otras criptomonedas para posteriormente defraudarles y no devolverles nada.
El diario El País reportó que hay al menos 200 mensajes de amenazas de personas a las que supuestamente defraudó, y las líneas de investigación apuntan que lo hacía a través de agencias de autos, que así como abrían cerraban, y de inversiones a través de trading y criptomonedas que prometía y al final no realizaba.
Uno de sus conflictos más grandes, de acuerdo con la televisión argentina, era supuestamente con el hijo de un barra brava de Boca Juniors, con quien intercambió amenazas e incluso le retó a matarlo; sin embargo, aún no se comprueba quien de sus posibles enemigos se encargó del asesinato.
Fernando Pérez Algaba presumía una vida de lujos, con autos deportivos así como viajes por diferentes lugares del mundo. Además, decía tener empleados dedicados al trading e incluso tuvo entrevistas con medios de comunicación en las que vendía su vida como ua historia de éxito.
Aún sin una posible investigación con la que se puedan establecer las causas de su asesinato, se sabe que Pérez Algaba recibió dos disparos en la espalda, fue encontrado en un río de los barrios más pobres de Buenos Aires y, de tan brutal que fue el ataque, lo reconocieron únicamente por algunos de sus tatuajes.
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