El día que la gente se volcó por las calles a vitorear a su Presidente

*La amplia avenida 20 de Noviembre, a la altura de Fray Servando Teresa de Mier, en…

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La amplia avenida 20 de Noviembre, a la altura de Fray Servando Teresa de Mier, en el ala sur del Centro Histórico, se convirtió en puerta de acceso para miles de asistentes que de otras entidades llegaron hasta el Zócalo capitalino para asistir a los festejos por el inicio del nuevo gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al grito de ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! y en medio del tumulto, Manuel Astorga cuenta que llegó un día antes a la capital procedente de Lerdo, Durango, para atestiguar este hecho histórico. México ya tocó fondo; ahora, a levantarse desde abajo, decía mientras caminaba al lado de su esposa, Graciela Díaz.

Entusiasta, muestra su júbilo por la toma de protesta de López Obrador: Llevamos años acompañándolo en sus intentos y ahora que ganó no podíamos faltar; advirtió que el Presidente solo no podrá hacer nada: debemos cambiar nosotros y ayudarlo de la forma que sea.

En la plaza Tlaxcoaque se colocó una pantalla gigante que por la mañana sólo algunos cuantos observaban, pues las oleadas de familias, grupos de amigos y contingentes de simpatizantes y militantes de Morena apresuraban el paso para alcanzar el mejor lugar en la Plaza de la Constitución.

Algunos, que por primera vez visitaban la ciudad dudaban en seguir el río humano y optaban por preguntarle a los oficiales en la calle: “¿Pa’ dónde está el Zócalo?” Síganle derecho, no hay pierde.

Y sí. Ayer todas las calles del Centro Histórico daban al Zócalo. En los negocios de ropa y bisutería, que tradicionalmente ambientan con música a alto volumen para atraer a sus clientes, reproducían el discurso del presidente de la República desde el Palacio Legislativo, pero no fue un día de compras, todos querían llegar al acto cultural que por la tarde y noche se convirtió en verbena popular.

Vamos a ver cómo inicia la Cuarta Transformación del país, a mí ya no me queda mucho tiempo, pero ojalá mis hijos y nietos puedan ver los frutos de esto, dijo Carlos Martínez, quien adelantó sus vacaciones y arribó con toda su familia desde Matamoros, Tamaulipas.

Adán Rivera salió en la madrugada de Jalapa, Veracruz, con un grupo de militantes de Morena. Terminó el baile por la toma de protesta del gobernador Cuitláhuac García y nos vinimos en autobús; no somos acarreados, cada quien decidió venir y nos cooperamos. Queremos disfrutar todo el festejo, expresó.

¿Que qué motiva? Me motiva el cambio y la esperanza de que este país sea mejor, cuenta a su vez Maricela Nolasco, quien se puso de acuerdo con dos amigas para asistir al acto de celebración.

En la esquina de Izazaga y Pino Suárez, la única calle donde se colocaron vallas, el andar de la gente paró un momento para observar el paso de los invitados y del Presidente hacia Palacio Nacional, quien desde la ventanilla de su auto saludaba. ¡Ya lo vi, ya lo vi! ¡Con eso es suficiente!, repetía emocionada una señora antes de seguir su camino.

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