El general Sandoval y su hijo controlan los aparatos de inteligencia del país

Instalado en el recinto del antiguo Cisen, en la Alcaldía Magdalena Contreras, el CENFI concentra la información detallada que le envían de manera periódica los 5 Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (CERFI) esparcidos en el país.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dos de los principales aparatos de inteligencia del gobierno de México se encuentran en las manos de lo que podría denominarse el “clan Sandoval”: el Centro Militar de Inteligencia (CMI), que opera entre otros el spyware Pegasus, responde directamente a los órdenes del general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y el Centro Nacional de Fusión de Inteligencia (CENFI), que concentra información de inteligencia generada en el país, es dirigido por Luis Rubén Sandoval Medina, su hijo.

Entre los múltiples hallazgos que reveló en su investigación “Los viajes del General Secretario”, publicada hoy en varios medios –incluyendo Proceso–, el periodista Ignacio Rodríguez Reyna destacó la presencia del hijo del general Sandoval en varios de los lujosos viajes que la Sedena pagó a su padre; en el reportaje, Reyna señaló que Sandoval Medina es el director del CENFI, un organismo que depende del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el nuevo nombre del Centro Nacional de Inteligencia en Seguridad Nacional (Cisen)

Instalado en el recinto del antiguo Cisen, en la Alcaldía Magdalena Contreras, el CENFI concentra la información detallada que le envían de manera periódica los 5 Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (CERFI) esparcidos en el país.

Creados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, los CERFI son instancias que recopilan información de inteligencia –con intervención de comunicaciones, cámaras, drones, seguimientos a redes sociales, etc.–, en las cuales operan agentes de la Sedena, la Secretaría de Marina (Semar), la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de la República (FGR) y el CNI.

En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tres de los CERFI son administrados por la Sedena –el “Noroeste”, el “Centro” y el “Noreste”–, y dos son dirigidos por personal de la Semar –“Occidente” y “Noreste”–, y envían su información al CENFI, que a su vez es controlado por el CNI.

El organigrama operativo de este aparato de inteligencia, que Proceso consultó entre los 4.5 millones de archivos internos de la Sedena hackeados por el colectivo Guacamaya, muestra que el CENFI controla una Plataforma Integral de Inteligencia, que permite analizar y procesar una batería de datos, con la misión de elaborar diversos “productos de inteligencia”, como “paquetes de inteligencia operable”, “tarjetas y notas informativas”, “alertas” o “diagnósticos”.

Más allá de que López Obrador nombró al general Audomaro Martínez Zapata al frente del CNI –es decir, un militar de alto rango al frente del aparato de inteligencia civil–, el CENFI es dirigido por Sandoval Medina, quien no es militar de carrera, pero es hijo del militar de más alto rango en el Estado mexicano.

De Sandoval Medina hay escasa información en los registros públicos. Según Reyna, el hombre trabajó en la extinta Procuraduría General de la República (PGR) durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa; en Internet, se puede consultar su tesis, titulada “La mediocracia. La relación entre medios de comunicación y democracia. El caso mexicano de la ‘Ley Televisa’”, que presentó en 2007 para conseguir su título de maestría de administración pública y política pública en el Tec de Monterrey.

En 2021, una persona trató de indagar más sobre su función en el CNI: presentó una solicitud de información para conocer su ficha curricular y la fecha en que empezó a trabajar en la institución, pero ésta se negó a entregarle los datos, pues clasificó la información como un asunto de seguridad nacional.

De acuerdo con documentos secretos de la Sedena filtrados por Guacamaya, los militares adscritos a los CERFI responden a la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN), una instancia que responde directamente a las órdenes del titular de la Sedena, es decir, a Luis Cresencio Sandoval.

Esta Subjefatura de Inteligencia, que cuenta con 2 mil 323 soldados –incluyendo 6 generales–, también controla el CMI, el aparato de inteligencia del Ejército que opera desde la secrecía de un “búnker” ubicado en las instalaciones principales de la Sedena, en el Campo Militar N°1.

El CMI cuenta con un importante arsenal tecnológico, que incluye el poderoso spyware Pegasus, a pesar de que la Sedena no tiene facultades legales para intervenir comunicaciones privadas.

En la investigación EjércitoEspía, Proceso, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Aristegui Noticias y Animal Político revelaron que el CMI utilizó Pegasus en el verano de 2020 para espiar el teléfono de Raymundo Ramos Vázquez, director del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, y que lo hizo para interferir en una investigación sobre una ejecución extrajudicial perpetrada por soldados de la Sedena el 3 de julio de 2020.

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