El anuncio del yacimiento Quesqui es positivo, aunque no lo suficiente para sacar de apuros a las atribuladas finanzas de la empresas petrolera mexicana.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, han ensalzado el descubrimiento de crudo más importante del país en treinta años, pero el hallazgo parece estar lejos de ser una panacea para la petrolera estatal en dificultades.
Pemex dijo que el yacimiento Quesqui, que se cree que contiene 500 millones de barriles de reservas probadas, probables y posibles, o 3P, era el descubrimiento más importante desde 1987. El hallazgo de Ixachi, otro yacimiento en tierra descubierto durante la administración anterior, se promocionó como el hallazgo más grande en 25 años, con unos mil 300 millones de barriles de reservas 3P.
El descubrimiento de petróleo muy ligero o condensado, y de gas natural, es un avance bienvenido para Pemex, que ha experimentado una disminución de casi 15 años en su producción y acumula una deuda de alrededor de 100 mil millones de dólares, la más alta del sector petrolero. Pero un analista ha advertido en contra de un exceso de optimismo en estos momentos.
“En cuanto a la productividad, parece ser más pequeño que Ixachi”, señaló Pablo Medina, vicepresidente de Welligence Energy Analytics, una consultora energética. “No se ha presentado un plan de desarrollo, por lo que es demasiado pronto para hablar de reservas basadas en un solo pozo”.
Se espera que el campo alcance una producción de 69 mil barriles diarios y unos 8.5 millones de metros cúbicos de gas el próximo año, detalló Pemex en un comunicado el viernes.
La empresa está perforando otro pozo de evaluación y el volumen podría aumentar hasta 200 millones de barriles, aseguró el director de Pemex en la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador el lunes.
Pemex ha tenido dificultades para combatir la caída de la producción y modernizar sus refinerías para impulsar la autosuficiencia del país, un objetivo importante de la actual administración.
La compañía mencionó que la producción de petróleo alcanzará mil 778 millones de barriles al día a finales de diciembre, un aumento desde los mil 712 millones a principios de mes, pero sigue siendo la mitad respecto de 2004. En junio, Fitch Ratings redujo la calificación de bonos de Pemex a basura. La compañía podría ser objeto de una nueva rebaja por otra calificadora.
El descubrimiento podría favorecer la nota crediticia de Pemex al aumentar las reservas, según Romero. México incorporará 500 millones de barriles adicionales de reservas probadas el próximo año, lo que elevará el total a 7 mil 500 millones de barriles, señaló.
“Cuando un campo tiene 500 millones de barriles de reservas, se considera un campo gigante”, dijo Romero durante la conferencia. “Por supuesto, para las agencias de calificación, estas son buenas noticias con respecto a Pemex”.
López Obrador elogió el descubrimiento en Tabasco, su estado natal, y criticó la estrategia de la administración anterior de invertir en las aguas profundas del Golfo de México por los altos costos.
El mandatario ha ralentizado la reforma energética de 2014, cuyo objetivo era atraer la inversión privada, prometiendo “rescatar” a Pemex con la inversión en campos de aguas poco profundas y en tierra, en lugar de yacimientos en aguas profundas, que son más complicados técnicamente.
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