El mal olor que te avisa cuando algo no está bien en tu cuerpo

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A finales del siglo XIX, cuando la policía inglesa buscaba a Jack el Destripador, los perros sabuesos eran parte de la investigación. Se esperaba que por reconocer el olor de víctimas y victimario pudiesen ayudar. Más de 130 años después me sigue resultando fascinante esa capacidad del olfato canino. Y es que cada quien tiene olores corporales diferentes que dependen de distintos factores: lo que comemos, cuánto descansamos y la actividad física que practicamos, entre otros.

Es interesante también que podemos reconocer nuestro propio olor corporal en nuestras cosas, o que algunos perfumes huelen distinto según quien los use, pero más aún debe interesarnos si detectamos un cambio en nuestro olor o si son persistentes y desagradables.

Un olor diferente puede estar avisándonos que algo no va del todo bien en nuestro cuerpo. Por ejemplo, sabemos que en la orina un olor fétido puede estar indicando que hay bacterias, o un olor dulce puede ser señal de diabetes. El olor a pescado en la zona genital femenina está indicando que puede haber una infección importante llamada vaginosis bacteriana, lo cual amerita la visita al especialista.

Otro ejemplo común es la bromhidrosis plantar, que suele deberse a la descomposición del sudor que segregamos por acción de bacterias y ocurre por un exceso de sudoración y hasta por el tipo de calzado que utilizamos. Llamado popularmente mal olor de pies, tiene solución e incluso pueden funcionar algunos remedios caseros.

Uno de los olores corporales más comunes es el de los pies. Este puede producirse por la humedad, que beneficia la aparición de hongos y bacterias. (Getty Creative)
Uno de los olores corporales más comunes es el de los pies. Este puede producirse por la humedad, que beneficia la aparición de hongos y bacterias. (Getty Creative)

La cosa se complica cuando los olores no desaparecen después de la ducha o del lavado. Los Institutos Nacionales de la Salud señalan que, aunque la mayoría de los olores corporales son normales, algunos pueden indicar enfermedades importantes.

El aliento puede tener mal olor en la mañana, es normal sobre todo si dormimos con la boca abierta, pero si este no desaparece con el cepillado adecuado y el uso de enjuague bucal, puede estar alertando de enfermedad periodontal o caries. La institución señala que también las infecciones en los senos paranasales, la garganta y hasta en los pulmones pueden ser la causa del mal aliento e incluso de que percibamos constantemente un olor desagradable en nuestra propia nariz.

Asimismo, el aliento puede estar avisando de una diabetes no controlada si es dulzón, como de frutas podridas; o de enfermedad hepática si huele a moho o a huevos podridos; y de algún problema en los riñones si huele a amoniaco o a orina.

Por otra parte, si el olor de las axilas es intenso y no desaparece con el baño, puede tratarse de una deficiencia de magnesio, el cual “ayuda a ‘desodorizar’ nuestros órganos internos y también ayuda con nuestro olor corporal”, según explica el doctor Robert Segal, consultado por The Health. El consumo exagerado de alimentos procesados y de azúcar puede influir en la reducción de los niveles de este nutriente.

Segal también menciona que incluso la cera de oídos puede estarnos avisando de algo a lo que debemos poner atención en nuestro cuerpo. Si huele mal y es muy desagradable nos está alertando de una infección. Igual que ocurre cuando se rompe un quiste o un grano ocasionado por un vello encarnado.

Si después del aseo personal persiste un olor desagradable o diferente es importante poner atención porque podría estar avisándonos de alguna enfermedad. (Getty Creative)
Si después del aseo personal persiste un olor desagradable o diferente es importante poner atención porque podría estar avisándonos de alguna enfermedad. (Getty Creative)

Es recomendable mantener la higiene del cuerpo y la boca con agua, jabón y otros productos de aseo personal, así como también secarnos siempre muy bien para evitar espacios idóneos para la reproducción de hongos o bacterias.

También es conveniente que mientras determinamos si un olor es normal o no en nuestro cuerpo nos abstengamos de consumir alimentos como ajo, cebollas, espárragos, curry, entre otros y, ante un olor realmente diferente, nuevo o persistente, es muy importante consultar al especialista, y si es en el aliento al odontólogo. Ese será el primer paso para mejorar y evitar consecuencias desagradables.

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