‘El Marro’ controlaba la cadena de ‘huachicol’ en el Bajío

Ciudad de México. José Antonio Yépez Ortiz, alias El Marro, comenzó su carrera delictiva hace una década, en el trasiego y venta de drogas, sin embargo, poco después se enfocó en el robo de combustibles de Petróleos Mexicanos (Pemex), mediante la ordeña de sus ductos, el robo de camiones cisternas y el comercio del hidrocarburo hurtado, controlando así toda la cadena delictiva del huachicol en el Bajío.

jornada.com.mx

Nació así, en el año 2014, el cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), que adoptó el nombre de la localidad ubicada en el municipio de Villagrán, Guanajuato, donde se asentó en un inicio el grupo criminal.

Según cifras de Pemex, de 2014 a 2018 el número de tomas clandestinas descubiertas en Guanajuato pasó de 411 a 1919, un crecimiento del 366 por ciento.

La confluencia de diversos ductos en la Refinería de Salamanca, y la complicidad de algunos ex funcionarios de la paraestatal, hicieron que Guanajuato fuera el estado del país donde el delito de robo de combustibles prosperara más, y a la cabeza estuvo siempre el CSRL.

El cártel de Santa Rosa de Lima, surgió por escisión del Cártel Nueva Generación (CJNG), y sus maneras de operar se mantenían bajo la misma estrategia que cuando eran un grupo, y muestra de ello fue la movilización de ciudadanos y la realización de protestas mediante el pago a jóvenes y habitantes o bien bajo amenaza para que los habitantes evitaran que las autoridades pudieran realizar detenciones en la zona.

Las grandes ganancias que producía esta actividad ilícita atrajeron a otras organizaciones criminales, entre ellas al cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a quien El Marro declaró la guerra, mediante un video difundido en redes sociales, en diciembre de 2017.

Al comenzar la actual administración, se ordenó un combate masivo al robo de combustibles, que involucró a las fuerzas armadas en la vigilancia constante de los ductos de Pemex y la aprehensión de quienes vendían el combustible robado a la orilla de carreteras y en domicilios particulares.

Como parte de este operativo, en julio del año pasado se congelaron cuentas bancarias del CSRL con más de 35 millones de pesos, y se comenzó a tener un seguimiento de sus integrantes.

Como respuesta, Yépez Ortiz presuntamente realizó ataques con explosivos en contra de la refinería de Salamanca y de un cuartel de la Guardia Nacional en Celaya, los cuales solo dejaron daños materiales.

Así, en marzo pasado, el padre del Marro, Rodolfo Yépez, fue detenido en Celaya, por conducir un vehículo con reporte de robo; y en junio siguiente la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aprehendió a la madre, una hermana y una prima del delincuente.

El líder del CSRL difundió en esa ocasión videos denunciando la presunta complicidad de autoridades estatales y federales y ordenó a sus subordinados bloquear calles y quemar vehículos.

Aunque sus familiares fueron puestos en libertad días después, debido a falta de pruebas en su contra, Yépez Ortiz afirmó que endurecería sus acciones, lo que finalmente llevó a su aprehensión este 2 de agosto.

El cártel de Santa Rosa de Lima tiene sus principales centros de operación en los municipios guanajuatenses de Villagrán, Cortázar, Santa Cruz, Juventino Rosas, Salamanca, Irapuato y Valle de Santiago.

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