El plagio y piratería china en AliExpress pone en riesgo a los diseñadores mexicanos

La modista Georgina Chávez conversó con El Heraldo Digital sobre la problemática que no deja crecer a los pequeños empresarios

heraldodemexico.com.mx

Los negocios de venta por internet ya sea de comida, ropa u otros artículos ha incrementado en los últimos años, favoreciendo así a las pequeñas empresas y a los emprendedores, además de otros grupos de la población como las autodenominadas “nenis”; sin embargo, el panorama detrás de las ventas incluye una larga lista de retos y entre ellos destaca el plagio y la piratería china. El tema ha sido de interés por años para los pequeños empresarios, pero en las últimas semanas ha cobrado mucha importancia al grado que los propios compradores han externado su molestia.

A principios del mes de noviembre la diseñadora mexicana Georgina Chávez se volvió viral en Twitter, luego de compartir un hilo en el que detalló cómo sus diseños terminaron plagiados y pirateados en el sitio de AliExpress, la plataforma de ventas online china de Alibaba Group. Las consecuencias, cuenta en entrevista con El Heraldo Digital, son graves, ya que implica una mala reputación al talento mexicano, incluyendo a su marca de nombre homónimo, el trabajo de sus modistas y, por supuesto, pérdida en ventas.

Y es que tal y como precisó en su hilo viral, ahora muchos de los posibles clientes que dan con su marca la acusan de vender piratería china, es decir, prendas de baja calidad y masificadas. Lo anterior pese al reconocimiento que su firma originaria de Chihuahua tiene y es que además del respaldo de sus clientes, Georgina Chávez tiene el reconocimiento del mundo del entretenimiento, pues celebridades mexicanas como Danna Paola, Dulce María y Ximena Sariñana han usado sus prendas.

Así denunció el plagio de sus diseños. (Foto: Captura de pantalla)

“No es la primera vez”, afirma la diseñadora sobre el plagio

Tras contar su historia y volverse viral, Georgina Chávez nos confesó que no es la primera vez que se enfrenta a una situación como esta; sin embargo, desde que inició su marca en el 2013 teme por su proyecto, esfuerzo y trabajo tanto suyo como de sus modistas, todas originarias de Chihuahua. Y es que ante la masificación y el alcance que tiene una empresa como AliExpress, las acciones que puede tomar son casi nulas; en cambio, su marca se ve afectada, pues el público ha llegado a pensar que ella es la que vende piratería china.

“No es la primera vez que pasa. Ya nos habían mandado algunas seguidoras capturas que les apareció en publicidad nuestras prendas; ellas nos empezaron a alertar que se estaban promocionando nuestras fotos en las campañas de publicidad de AliExpress“, detalla en su conversación con este medio.

Dulce María usando uno de los vestidos de la marca “Georgina Chávez. (Foto: IG @georginachavezbdr)

A pesar de ello, sostiene que se trata de una práctica más común de lo que se piensa y que le pasa a los diseñadores más reconocidos y al menos en su caso el escenario es preocupante, ya que se tiene que enfrentar a varios retos como recuperar la credibilidad de su imagen y las ventas. Al hablar sobre los mayores riesgos que se presentaron luego que desde la plataforma de ventas por Internet tomaron sus fotos destaca:

  • Piensan que nosotros somos los que estamos robando las fotos
  • Bajan las ventas
  • No se puede competir con ellos
  • Muchas marcas pequeñas tienen que cerrar por el plagio y la piratería

Uno de los mayores retos actuales y que incluso han denunciado otros creadores de diversos productos y que ponen a la venta por Internet, no es sólo que les roben las fotos de los diseños, sino también el concepto en sí y de ahí surge la piratería. Por supuesto, al hablar de un contexto global es poco lo que se puede hacer legalmente para registrar los diseños y reducir el impacto negativo en las firmas.

Danna Paola también compartió un TikTok presumiendo un diseño de la firma que hoy sufre de plagio. (Foto: IG @georginachavezbdr)

De hecho, agrega la modista, a raíz del impacto que cobró su hilo en Twitter recibió muchos consejos como ponerle marca de agua a sus fotos y utilizar las redes para presumir el modo de elaboración de cada diseño; sin embargo, explica que eso no es suficiente, pues incluso quienes roban su material suelen eliminar las firmas y agregar la suya propia. En lo que respecta al aspecto legal, detalla que “no buscamos demandar a nadie”. 

“Ya me había asesorado con un abogado y me decía que estaba difícil registrar los diseños porque tienes que hacerlo no sólo en México, sino en varios países. A raíz del tuit muchas personas nos han escrito: ‘mira te puedes ir por este camino’. (Queremos que) no estén usando las fotos, eso sería lo ideal; no busco, no buscamos demandar a nadie, nada más que no usen estas fotos así que nada publicidad falsa con con ellas porque obviamente no les va a llegar el mismo vestido”, dijo.

Plagio, un escenario que se repite tanto para modistas como para artesanas

Por supuesto, el riesgo va más allá de AliExpress o de otros sitios que puedan tomar las fotos de personas expertas en el diseño y la confección, pues también existe un plagio de cada prenda y en muchos casos aunque los costos resultan más económicos para los compradores, los productos que reciben o son de menos calidad o poco tienen que ver con la foto por la que deciden comprar. En ambos casos, la respuesta de modistas y artesanas siempre es la misma: “No hay mucho qué hacer” y de ahí que corran el riesgo de cerrar.

“Lo que pasa con muchos negocios pequeños es que el mercado o los productores grandes se roban tus ideas, tus fotos, tus conceptos, tus diseños y tu creatividad, y no se puede competir con ellos. Entonces terminan cerrando muchísimas marcas pequeñas por esta competencia  que yo considero desleal”, agrega Georgina Chávez.

Así denunciaron otros casos de plagio. (Foto: Captura de pantalla)
Ximena Sariñana con un bustier de la marca mexicana. (Foto: IG @georginachavezbdr)

En ese sentido, resalta que “Georgina Chávez” lo que busca es promover una moda slow fashion, “que es lo contrario que AliExpress, lo contrario que Shein y el chiste, la utilidad que tienen estas empresas es del tiempo de mano de obra; ellos entre más rápido salgan las prendas, más pueden producir”. En cambio, con su marca lo que ella busca es que los diseños se han hechos al momento por manos mexicanas y para evitar tener stock además de no contribuir al fast fashion en el que se producen “prendas de más”.

Aprovechando la relevancia del tema en un momento como este, agregó: “Es una invitación al público de dejar de consumir en este tipo de empresas que claramente no tienen ética y que está destruyendo por la industria mexicana o sea local de moda que a la larga a lo mejor dicen que eso no les puede afectar pero termina está afectando empleos este culturas no sé sería ese el mensaje me gustaría”.

Sin defensa legal y sin nada qué hacer; así se roban los diseños mexicanos las grandes empresas

Esta no es la primera vez que mexicanos denuncian el abuso de las grandes empresas internacionales sobre la moda e incluso sobre la cultura de nuestro país, pues además de casos más mediáticos como el de la diseñadora chihuahuense, también se habla mucho de las prendas tradicionales hechas por manos de mujeres indígenas, quienes también se encuentran en una gran desventaja para comprobar que mucho de lo que se compra por sitios web es un plagio o imitación.

“Hay grandes empresas que hacen lo mismo, vienen a explotar, a comprar, pero a muy bajos precios, engañando y ya después se van y empiezan a decir que las cosas son suyas. Por las grandes plataformas que tienen es muy difícil hacerles la lucha y demostrar de dónde se hace, de dónde somos”, dijo Angelina Evaristo Pérez a El Heraldo Digital.

Originaria de la comunidad Amuzga en Guerrero y con ayuda de su hijo Vicente Apóstol, quien tradujo al español las declaraciones de la mujer, explicó que en su caso la problemática abarca más que todo lo relatado anteriormente, pues incluso sufren de robos directos por personas ajenas a su comunidad y que viajan hasta el estado sólo para comprar a muy bajos costos y revender a precios más elevados. 

De acuerdo con sus testimonios, hace unos meses un grupo de personas llegó a la comunidad “y de repente juntaron a varias artesanas para comprarles los huipiles y todo esto, pero dentro de esto compraron a bajo costo y a aparte de esto, les robaron varias las piezas”.

Por su parte, el artista Ignacio Netzahualcóyotl, originario de Contla de Juan Cuamatzin, Tlaxcala, identificado como uno de los máximos representantes del tejido en telar antiguo en todo el país también conversó con El Heraldo Digital sobre los múltiples casos de firmas reconocidas que se justifican con la inspiración para lanzar colecciones que recuperan diseños mexicados cargados de cultura e historia.

“A lo mejor las marcas lo expresan como especie de reconocimiento al trabajo pero si no hay un beneficio que llegue a la comunidad no hay nada que reconocer, porque las comunidades en donde se gestan los plagios siempre hay necesidad, y la necesidad es espantosa. No hay una forma de generar respeto si no es a través del beneficio, un beneficio directo hacia las comunidades” que son víctimas de palgio, explicó.

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