El SAT no da prórroga pese a la contingencia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).— En medio de la contingencia sanitaria y económica derivada del Covid-19, en la que están en juego miles de empleos de los mexicanos, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) exigió a los contribuyentes cumplir con sus obligaciones fiscales.

El tono del organismo encabezado por Raquel Buenrostro fue sutil:

“Exhortamos a personas morales y personas físicas a seguir contribuyendo y poniendo su granito de arena para solventar estos tiempos difíciles para nuestro país y el mundo”.

Y de plano, el SAT echó por la borda la posibilidad de retrasar la declaración anual, una demanda que ha planteado el sector empresarial. Al contrario, el organismo descentralizado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aseguró que ya preparó todos los sistemas y plataformas en línea.

“Como es de conocimiento público, durante el mes de marzo se lleva a cabo la campaña de declaración de personas morales y en abril la correspondiente a personas físicas. Para ello, el SAT se ha preparado con toda oportunidad, tanto en la actualización de los sistemas y plataformas tecnológicas como en la atención personalizada”.

Para ejemplificar lo anterior, abundó que sus sistemas han permitido a los contribuyentes presentar declaraciones fiscales en línea, recibiendo en promedio más de 172 mil declaraciones al mes. Estamos cumpliendo con nuestra oferta de trámites y servicios en función de la contingencia.

Planes específicos

El SAT matizó que ha diseñado planes específicos para una recaudación óptima y lograr contar con mayores recursos para comprar ventiladores, equipo médico, insumos, así como medicamentos que serán vitales para atender a la población durante la crisis sanitaria. “Además, las contribuciones serán indispensables para mantener la operatividad de los programas sociales dirigidos a la población más vulnerable”, aclaró.

Y para quien no le quedó claro o se resista, el Servicio de Administración tributaria recordó que constitucionalmente, las contribuciones en nuestro país deben ser equitativas y proporcionales.

“Eso significa que un agente económico, persona física o moral deberá cubrirlas en la medida de sus ingresos y consumos. La equidad significa que, a mayor ingreso, mayor deberá ser el tributo; a menor ingreso, menor será la contribución a pagar”.

El SAT apeló a la dimensión social de grandes contribuyentes y a elevar el rango de valores como la solidaridad y la empatía.

“Cuando se habla de la economía moral, nos referimos al bienestar igualitario y fraterno para garantizar que los pobres, los débiles y los olvidados encuentren protección ante incertidumbres económicas”, dijo.

Desde la creación del Servicio de Administración Tributaria en 1997, “no habíamos enfrentado una situación como la que hoy nos afecta”, señaló.

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