El terrible secreto de la lámpara secadora de uñas: dañaría el ADN y causaría cáncer

Un nuevo estudio publicado por la revista Nature Communications reafirmó el motivo por el cual algunos dermatólogos dejan de arreglarse las uñas

heraldodemexico.com.mx

Un nuevo estudio publicado por la revista Nature Communications —del pasado 17 de enero del año en curso— reveló que la radiación de los secadores de uñas pueden dañar el ADN y causar mutaciones peligrosas que terminan generando cáncer en las células humanas. Incluso, algunos dermatólogos dicen que estos hallazgos “no son nuevos” cuando se tratan de temas que giran en torno a la luz ultravioleta o UV —o de cualquier otra fuente similar—. En general, esto preocupa a la comunidad por sus efectos nocivos para la salud. Las personas que se realizan este arreglo en las uñas ahora se preguntan si vale la pena correr el riesgo de realizarse tanto manicura como pedicura en gel y si hay otras opciones que puedan ser menos dañinas para nuestro cuerpo.

Quienes realizan este tipo de arreglos en sus uñas deben de tomar en cuenta que puede generar cáncer de piel o dañar el ADN. FOTO: Adobe Stock

Los dermatólogos no la recomiendan

De acuerdo con los especialistas en la piel, este estudio solo reafirma —una vez más— que el uso de esta herramienta genera un daño permanente y en casos extremos, irreversible. Por ello los dermatólogos han cambiado la forma de hacerse la manicura y pedicura en gel, incluso, algunos han dejado de realizarse este proceso por completo. Según la experta de la rama que apoya como profesora asistente en la Universidad de Utah, Estados Unidos, “los hallazgos contribuyen a los datos ya publicados sobre los efectos nocivos de la radiación ultravioleta y muestran la muerte celular directa además del daño al tejido que puede provocar cáncer en la piel., puntualizó la doctora Julia Curtis.

Agregó que, “las camas de bronceado están catalogadas como cancerígenas y las lámparas UV para uñas son mini camas de bronceado para las uñas con el fin de endurecer las uñas de gel.”

¿Cómo es que dañan el ADN y generan cáncer?

La realidad es que todas las formas de radiación electromagnética, como lo es la luz ultravioleta, tienen una longitud de una onda que oscila entre 10 y 400 nanómetros, según el Centro de Educación Científica de la UCAR. En específico, la tipo A —que va de los 315 a los 400 nanómetros— se encuentra en la luz solar y penetra la piel más profundamente. Esta es la que se usa comúnmente en secadores de uñas UV y se han vuelto populares durante la última década. Las camas de bronceado usan de 280 a 400 nanómetros, mientras que el espectro usado en los secadores de uñas es de 340 a 395 nanómetros, según el comunicado de prensa sobre el estudio.

“Si observas la forma en que se presentan estos dispositivos, se comercializan como seguros, sin nada de qué preocuparse”, dijo el autor del estudio Ludmil Alexandrov. “Pero hasta donde sabemos, nadie ha estudiado estos dispositivos y cómo afectan a las células humanas a nivel molecular y celular hasta ahora”. Como referencia, el hombre tiene títulos duales como profesor asociado de bioingeniería ademas de medicina celular y molecular en la Universidad de California en San Diego.

Debido a que la emisión de ondas de la luz ultravioleta oscila entre los 10 y 400 nanómetros, es equiparable a los rayos enviados por el sol. FOTO: Adobe Stock

Dicho esto, los investigadores expusieron células humanas y de ratones a la luz ultravioleta y descubrieron que una sesión de 20 minutos les provocó la muerte del 20 al 30 por ciento de las células. Aumentaron a tres exposiciones consecutivas de 20 minutos y con esto hicieron morir del 65 al 70 por ciento de las células expuestas. Las restantes experimentaron daño mitocondrial y de ADN, lo que resultó en mutaciones con patrones que se asimilan al cáncer de piel en humanos. Sin embargo —y debemos ser puntuales con esto— el estudio tiene una limitante, haber expuesto las líneas celulares a la luz ultravioleta es sumamente diferente de realizar las pruebas directamente en los seres humanos o animales vivos.

De acuerdo con la especialista en la piel, la doctora Julie Russak, fundadora de la Clínica de Dermatología Russak en la ciudad de Nueva York, cuando se irradia la luz ultravioleta en las manos humanas, “definitivamente hay una diferencia. La mayor parte de la radiación es absorbida por la capa superior de la piel”. Cuando afecta directamente a las células en la placa de Petri eso se representa ligeramente diferente ya que no se tiene ninguna protección en la piel, en los corneocitos o en las capas superiores. “También es una radiación UVA muy directa.” finalizó. Sin embargo, este estudio —junto con la evidencia previa—, recopiló casos de personas que desarrollaron carcinomas de células escamosas, la segunda forma más común de cáncer de piel asociada a los secadores UV.

Esto significa que “definitivamente deberíamos pensar más al exponer nuestras manos y nuestros dedos a la luz UVA sin ninguna protección”, dijo la doctora Shari Lipner, profesora asociada de dermatología clínica y directora de la división de uñas del NewYork-Presbyterian Hospital/Weill Cornell Medical Center. Lipner no participó en el estudio.

Esto implica que —cada que nos arreglamos las uñas— nos exponemos directamente a la radiación directa que emitiría el sol. FOTO: Adobe Stock

¿Cómo reducir el riesgo?

Las personas que disfrutan de tener una manicura y pedicura con gel pero no quieren arriesgarse a los daños irreversibles de la luz ultravioleta pueden tomar ciertas precauciones para mitigar los riesgos. De acuerdo con la doctora Julia Curtis, podemos:

  1. Aplicar bloqueador solar de amplio espectro que contenga zinc y titanio alrededor de las uñas.
  2. Usar guantes UV con las yemas de los dedos cortadas cuando sea el momento de endurecer las uñas.
  3. Es recomendable buscar alternativas a las uñas de gel, como las nuevas envolturas que están disponibles en línea.
    • Este tipo productos de uñas consiste en poner unas tiras con geles adhesivos que no siempre requieren ser fijados por secadores de uñas UV.
  4. Acudir a salones que usen luces LED, los cuales se cree que “no emiten luz ultravioleta o emiten cantidades menores.”

Por su parte, la doctora Shari Lipner dijo que ella se hace la manicura regularmente y que normalmente le dura de siete a 10 días. Esto no en un esfuerzo por evitar la luz ultravioleta, sino porque no le gusta el remojo de acetona que adelgaza las uñas y que está relacionado con las manicuras en gel. “Las manicuras regulares simplemente se secan al aire”, agregó. “Las manicuras en gel deben endurecerse o sellarse, y los polímeros en el esmalte deben activarse, por lo que solo se puede hacer con las luces UV”. Lo que la especialista recomienda en estos casos es acudir con un dermatólogo certificado para pueda examinar la piel en busca de precursores de cáncer en los tejidos y tratarlos antes de que se conviertan en un problema grave.

Cabe destacar que luz ultravioleta también puede envejecer la piel, apareciendo como manchas solares y arrugas. Así que aunque la protección total no es posible, la recomendación general de los especialistas en la piel es evitar los secadores de radiación UV por completo y usar diariamente un protector solar de alto espectro.

Share
Bitnami