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CIUDAD DE MÉXICO.- La entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) podría darse después del segundo semestre de 2020, según expertos consultados por Excélsior. Expusieron que los sectores ganadores serán las pequeñas y medianas empresas, el agroalimentario y el comercio electrónico.
Por el contrario, las compañías ligadas a la industria automotriz, textil y vestido verán dificultades en sus operaciones, así como todas aquellas que no cumplan con leyes laborales.
Hugo Romero, ex subdirector general de Comercio Internacional en la Secretaría de Economía, y Edmundo Montaño, director general de la financiera Drip Capital México, coincidieron que en general el primer beneficio que se observará en el país será la certidumbre.
En un contexto de guerras comerciales, países que cierran fronteras y nuevas tarifas arancelarias, tener un tratado mitiga la incertidumbre sobre el comercio y puede dar confianza para que las empresas exportadoras puedan seguir invirtiendo, porque las oportunidades están ahí”, comentó.
SECTORES GANADORES
En lo particular, el directivo de Drip Capital aseveró que las pymes serán de las principales ganadoras con el acuerdo, pues además de que hay un capítulo nuevo para impulsar su inserción en el comercio exterior, tendrá la ventaja de sumarse a las cadenas de proveeduría.
Un ejemplo son las pymes de la industria automotriz, que se han especializado en cómo hacer partes de autos, tienen capacidad, talento en ingeniería y trabajo técnico, así como una posición privilegiada para aprovechar la oportunidad”.
César Buenrostro, socio líder de comercio internacional y aduanas de KPMG, expuso que además de las pymes, industrias como la agrícola, donde se acordó no aplicar restricción en las importaciones, es otro sector ganador, pues la Unión Americana es el mercado número uno para las exportaciones mexicanas de cerveza de malta, tomates, aguacate, bayas, nueces, pepinos y otros alimentos frescos.
INDUSTRIAS AFECTADAS
Los expertos coincidieron que las empresas que enfrentarán retos serán aquellas donde hubo cambios en las reglas de origen, pues se volvieron más restrictivas, como el automotriz, autopartes y textil-vestido, ya que tendrán que hacer modificaciones en sus líneas de producción para quedar fuera o pagar un arancel.
Los cambios que deberán enfrentar será revisar las nuevas obligaciones de cumplimiento, por ejemplo en el acero. Hay empresas que deben estar trabajando en cómo modificar sus insumos y procesos”, dijo Buenrostro.
Las nuevas reglas del acuerdo establecen que el 75% de los insumos utilizados para el armado de un automóvil deben ser de la región de Norteamérica. El 40% del valor del vehículo deberá producirse utilizando salarios, al menos de 16 dólares estadunidenses por hora.
Además, 70% del acero y aluminio utilizado en la industria automotriz deberá ser de la región de Norteamérica.
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