Enfrentar a medios y periodistas: Una estrategia para ganar la batalla del relato

Las descalificaciones y ataques del presidente López Obrador a medios y periodistas responden a una estrategia de confrontación que le permite imponer la agenda de la discusión pública y ganar la batalla del relato, consideran expertos en comunicación y propaganda.
proceso.com.mx

Las descalificaciones y ataques del presidente López Obrador a medios y periodistas no responden al “derecho de réplica” que él argumenta, sino a una estrategia de confrontación que le permite imponer la agenda de la discusión pública y ganar la batalla del relato. Expertos en comunicación y propaganda –algunos que incluso han trabajado para el actual mandatario– analizan las características de dicha estrategia y advierten: hasta ahora el conflicto y la polarización le han funcionado al presidente, pero la realidad está deconstruyendo su discurso, lo que podría traer enojo social y desembocar en una “rebelión del odio”.

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– “Carmen Aristegui engañó mucho tiempo”, “está a favor del bloque conservador” … “Proceso es una revista conservadora”, “administra el conflicto, el caos y el amarillismo” … “Pasquín conservador de la mafia del poder que es el Reforma” … “El Universal es otro pasquín inmundo”…

Estos y otros calificativos contra medios de comunicación y periodistas han sido una constante en el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador desde que comenzó el sexenio.

La estrategia de confrontación se debe a que el presidente entiende la política de manera antagónica, como un conflicto permanente, explica en entrevista Aleix Sanmartín, consultor político, quien trabajó con López Obrador en su campaña presidencial en 2012 y en la de Felipe Calderón en 2006.

“Hay teorías que dicen que la política del consenso lleva a la post-política o a la muerte de la política, porque la política por definición es la gestión del conflicto y la gestión de las diferencias. En ese sentido, Andrés Manuel entiende la política como una disputa discursiva entre dos visiones antagónicas de la realidad y la lucha por ganar la batalla del relato, la batalla de la agenda y la batalla hegemónica en la última instancia”, comenta el estratega español, quien ha trabajado con todos los partidos políticos de México.

Para el consultor, colaborador también en las campañas de Margarita Zavala y Marcelo Ebrard, ante la falta de oposición política en el país son los medios los que están tomando un papel de antagonistas, aunque no les correspondería en una sociedad democrática.

“Ese rol lo tendrían que llevar el PRI, el PAN y el PRD, pero la realidad es que no están a la altura; entonces la oposición la están ejerciendo algunos comunicadores”, opina Sanmartín.

En contraste, para el estratega político Antonio Sola, a quien se le atribuye el eslogan “AMLO es un peligro para México” de la campaña de Felipe Calderón en 2006, la confrontación de López Obrador con la prensa es una estrategia para construir una dinámica de grieta que provoque una mayor polarización social en el país.

Señala que otros gobiernos de “corte similar”, refiriéndose a la autocracia, lo han hecho, como el correísmo en Ecuador, el orteguismo en Nicaragua, el castrismo en Cuba, el chavismo en Venezuela y el gobierno de Juan Orlando Hernández en Honduras.

“Líderes políticos con poder que enfrentan situaciones complejas construyen enemigos de poder para que eso les permita, no sólo tender bolas de humo, sino también construir una dinámica de grieta”, opina Sola, quien en 2018 colaboró con el PT, aliado de Morena en la Coalición Juntos Haremos Historia.

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