Escolta asesinado en casa de cardenal fue enterrado junto a su bebé

*Hace poco murió su bebé de 8 meses, ahora el agente de la PBI descansa junto a él; su viuda estaba inconsolable…

excelsior.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO

El pasado martes fue despedido con honores el agente de la Policía Bancaria Industrial (PBI) que perdió la vida cuando la casa del cardenal Norberto Rivera fue atacada por tres sujetos armados.

El policía José Hernández Nava estaba casado con Esmeralda y ambos tenían un bebé, hace poco tiempo el pequeño de 8 meses de edad murió.

Esmeralda se quedó sin su bebé y ahora sin su esposo, el terrible dolor que experimentó en el funeral no la dejaba ni articular palabra.

Únicamente alcanzó a decir “Dios, tú sabes por qué haces las cosas, pero hoy te llevaste un ángel…” su cara se mostraba pálida, las lágrimas le corrían por las mejillas. Un par de mujeres la sostenían de ambos brazos; y es que, en ocasiones, parecía que estaba por desplomarse.

No pudo más. Ya no pudo rociar el féretro de José con agua bendita. Fabiola, una de las hermanas de José, se le acercó. —¿Quieres que yo se la ponga? — le preguntó con un tono suave. Esmeralda apenas pudo asentar con la cabeza.

A José lo sepultaron a un costado de donde fue enterrado su bebé, una tumba del panteón municipal de San Vicente Chicoloapan, en el Estado de México.

Hasta aquí llegaron sus compañeros de la PBI, amigos, su mando general, sus tres hermanos, su papá, su mamá, su esposa… ahí se reunieron todos para rendirle honores y despedirlo.

José era hijo de una familia tradicional. Su papá también fue policía, tenía dos hermanas y un hermano.

En el panteón estaba la Banda de Guerra de la Secretaría de Seguridad Pública. El secretario Raymundo Collins; la subsecretaria, Sulma Campos Mata; el mando directo de José, Joel Pichardo.

Llegó entonces el pase de lista, tal y como lo hacía cuando se presentaba por las mañanas en su cuartel.

“¡Policía primero José Javier Hernández Nava… ¡Presente!”, “¡Policía primero José Javier Hernández Nava… ¡Presente!”, “¡Policía primero José Javier Hernández Nava… ¡Presente!”, se escuchó el grito, y la respuesta, en tres ocasiones.

El llamado “Toque del silencio” de la Banda de Guerra, sonó en el panteón. Después llantos, sollozos, gritos… y los disparos de tres salvas al aire, en su honor.

“Su hijo dio su vida por defender su servicio. Y salvó la vida al cardenal”, le dijo Collins al papá de José mientras lo tomaba de la mano.

La madre del agente se apoyaba en su bastón de madera; miraba al secretario. Apenas habló.

Ahí, en el panteón municipal de San Vicente Chicoloapan, se quedó José junto a su bebé… el agente cayó en el cumplimiento de su deber.

Autoridades informaron que la esposa será indemnizada en principio con 3 millones de pesos.

Share

Deja una respuesta

Bitnami