Esperanza tiene historia laboral con hija de El Ojos, del cártel de Tláhuac

jornada.com.mx

Esperanza N, la autora confesa de la ejecución de dos sujetos de origen israelí en el centro comercial Plaza Artz, fue mesera en el bar KM Snacks & Beer, ubicado en la avenida Tláhuac, en la colonia Santa Ana Poniente, el cual fue administrado por Samantha Pérez, hija del líder del cártel de esa demarcación, Felipe de Jesús Pérez Luna, El Ojos.

Luego de que este sujeto fuera abatido en julio de 2017, Samantha se convirtió en la operadora financiera de la organización y de dicho lugar, que fue clausurado en ese entonces por autoridades federales cuando se llamaba MK Club, cuyas iniciales son el alias del hermano mayor, Miguel Ángel Pérez, detenido en Acapulco en mayo de 2017.

El bar abrió de nueva cuenta, pero ahora con el nuevo nombre, lugar donde trabajó Esperanza, hasta marzo de este año cuando la hija de El Ojosfue detenida en un operativo conjunto entre la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Marina.

Tras la declaración de Esperanza, originaria del pueblo de San Francisco Tlaltenco y residente de la colonia Selene, en Tláhuac, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México investiga el vínculo entre la mujer con el cártel de El Ojos, así como con los dos sujetos de origen israelí.

Además, no existe evidencia de que la mujer haya trabajado en alguna corporación policiaca de la capital.

De acuerdo con fuentes ministeriales, ratificó en su declaración que iba a cobrar 5 mil pesos por el asesinato de Benjamín Yeshurun Sutchi, quien utilizaba otra identidad con documentos falsos a nombre de Sion Jony Ben Sion y que recibió tres balazos, además del de Alon Azulay, quien murió por dos proyectiles.

A tres días de los hechos se tiene plenamente identificado al hombre que acompañó a Esperanza en el restaurante Hunan de Plaza Artz y se seguirá con la indagatoria por homicidio calificado, por lo que la FGR no atraerá esa parte del caso.

La vinculan a proceso por homicidio

La mañana de ayer la mujer fue trasladada del penal de Santa Martha Acatitla al Reclusorio Oriente para presentarse en la audiencia inicial en la que se notó firme y tranquila frente al juez de control, pero con la voz entrecortada respondió afirmativamente que conoce sus derechos.

La ex mesera vistió el uniforme beige reglamentario de la penitenciaria, así como un chaleco antibalas color azul y se presentó con el pelo recogido en una cola de caballo.

En la sala 6 de juicios orales el equipo de abogados defensores de Esperanza se desistió de pedir la duplicidad o ampliación del término legal para que el juez definiera su situación jurídica, por lo que se vinculó a proceso a la mujer de 33 años por el delito de homicidio calificado y se le dictó prisión preventiva oficiosa; además, se concedió al agente del Ministerio Público tres meses para el cierre de la investigación complementaria.

A la audiencia no acudieron sus familiares ni los de las víctimas. Después de más de tres horas y media la mujer fue llevada de regreso al reclusorio de Santa Martha Acatitla desde donde seguirá el proceso judicial.

Prevenir consecuencias

Por su parte, el secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez, no descartó que haya reacomodos y posibles ajustes de cuentas entre las bandas delictivas tras la captura de Esperanza, por lo que dijo que siempre tenemos que estar alertas y haciendo labor de inteligencia para prevenirlo, eso nunca lo podemos descartar.

El funcionario agregó que las investigaciones deben dar para ampliar sobre los vínculos que pueda haber, operaciones y demás que en este momento no podemos cerrar porque hay muchos más elementos que considerar.

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