Está mal visto, pero orinar en la ducha tiene ventajas para tu salud que desconoces

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Orinar en la ducha es una de esas cosas de las que la gente no habla abiertamente, pero eso no significa que no sea común. Y es que aunque casi nadie suele confesar que tiene la costumbre de orinar en la ducha, no es tan raro como crees.

Por eso cuando Mercedes Milá confesó ante toda España, en horario de máxima audiencia, que ella sí hacía pis en la ducha no solo rompió un tabú social de primera índole, sino que ese momentazo marcó el pistoletazo de salida para que otras famosas se atrevieran a decirlo. Desde Barbara Rey a Mª Teresa Campos pasando por personalidades internacionales de la talla de Kelly Clarkson y Madonna. Pero, ¿sabías que esta práctica tan mal vista tiene sus ventajas? ¿y que miccionar de manera incorrecta puede estar lesionando tu suelo pélvico?

A ver, no te alarmes, que todo tiene su explicación. Desde un punto de vista médico, orinar en la ducha no es una práctica “peligrosa”, siempre que estés en tu propia ducha y respetes los buenos hábitos de limpieza con agua y jabón al terminar.

Pero este no es el tema que vamos a abordar hoy. Lo que queremos contarte es que, según apuntan algunos medios como el portal de salud y bienestar Well+Goodexiste una postura concreta para mear en la ducha que puede reportar algunos beneficios de salud importantes, especialmente a las mujeres.

Para empezar a descartar opciones: orinar de pie no es aconsejable. Sí, quizás sea la forma más fácil de realizar múltiples tareas mientras te duchas, pero hay una razón de peso para tomarse un momento y disociar funciones y movimientos. Piensa en tu suelo pélvico.

“Los músculos se contraen y necesitan relajarse o estirarse para orinar”, cuenta la doctora Kelly Peterson en un video publicado en su perfil de Instagram (@thebellywhisperer) que ha provocado un gran revuelo por lo cómico de la situación. Y es que según esta especialista, ser consciente de lo que hacemos mientras orinamos es importante porque a largo plazo beneficia la salud de la vejiga y no daña el suelo pélvico.

Para Peterson, dejar que la vejiga se vacíe sin freno ni control sería perjudicial, tanto como estar frecuentemente cortando la micción. Así lo confirman los fisioterapeutas que insisten en que “orinar correctamente es fácil, pero debes saber cómo hacerlo”.

Según cuentan los especialistas en incontinencia urinaria de Tena, para que la orina pueda salir con normalidad es imprescindible que la uretra, el conducto por donde sale la orina al exterior, esté totalmente abierta. “Si por algún motivo este conducto se encuentra cerrado, frenará la salida de la orina y entonces quizá sintamos la necesidad de empujar con los abdominales, de forma similar a cuando tenemos problemas de estreñimiento y queremos forzar la salida de las heces. Ambas prácticas son muy nocivas para nuestro suelo pélvico“, explican.

Lo suyo es que la cosa fluya con naturalidad, sin forzar la salida de la orina para expulsarlo todo cuanto antes. Y para ello, ayuda mucho la postura que se adopte.

“Una vejiga saludable funciona mejor si el cuerpo simplemente se relaja para que los músculos de la vejiga se contraigan naturalmente para permitir que la orina fluya, en lugar de usar los músculos abdominales para empujar hacia abajo como con una evacuación intestinal. Como muchas cosas en la vida, la mono-tarea es el camino a seguir en este caso”, corroboran desde la Escuela de investigación biomédica y cuidados de la salud de Yale (Connecticut, Estados Unidos).

Así que si eres de los que se mete en la ducha y dejas que el líquido recorras tus piernas mientras te jabonas el cuerpo o te lavas el pelo, vas por mal camino. Necesitas ‘escuchar’ a tu cuerpo y aprender a orinar en la ducha de la manera correcta.

¿Cómo? Pues concentrándote en ese momento y siguiendo un sencillo paso a paso que consiste en flexionar las rodillas, con las piernas abiertas, e ir agachándote hasta ponerte en cuclillas, adoptando la postura de yoga Malasana.

“Adopta una posición de cuclillas profundas, no te quedes a medias. Luego apoya los codos sobre los muslos e inclínate ligeramente hacia adelante”, matiza la Dra. Peterson.

Malasana es una postura de apertura de cadera alivia la tensión lumbar, estira la musculatura adyacente del suelo pélvico y también ayuda a fortalecerlo. (Imagen: Getty)
Malasana es una postura de apertura de cadera alivia la tensión lumbar, estira la musculatura adyacente del suelo pélvico y también ayuda a fortalecerlo. (Imagen: Getty)

Una vez que estés en posición, inhala suavemente y suelta la vejiga con suavidad hasta que hayas terminado. Ahora ya puedes ducharse sin interrupciones, y sin preocuparte por la salud de tu suelo pélvico.

Y si te da rabia no ser más multitarea y ‘perder’ unos preciados segundos de tu tiempo al tener que orinar de manera consciente, esto te alegrará: la postura Malasana también sirve para realizar un estiramiento profundo de caderas, ingles y tobillos, así que técnicamente, estás realizando un importante trabajo de movilidad mientras vacías tu vejiga.

Y recuerda, esto es extensible al inodoro. Así que cuando vayas al baño a orinar, ¡ve al baño a orinar! Parece redundante, pero con esto queremos decir que no vayas a ver el Facebook, o Instagram, o las nuevas noticias…Tampoco vayas con prisa ni estés pensando en todas las cosas que te quedan por hacer. Para ir al baño, debemos estar tranquilos y relajados. Al menos hacer un “break” durante esos minutos.

Dos consejos más que debes grabarte a fuego en la cabeza antes de orinar:

  • No hagas fuerza. La orina debe salir por si sola cuando te relajes. No deberías necesitar hacer ningún tipo de empuje, simplemente relajarte, y dejar que la musculatura involuntaria de la vejiga se contraiga por si sola.
  • No cortes la orina. Si alguien te comentó que al cortar el chorro de orina estás fortaleciendo el suelo pélvico… ¡dile que no es verdad! Así alteramos el patrón de la micción, y es más fácil que tengamos infecciones de orina.

¡Ojo! Que estos consejos también van dirigidos a los hombres, que de hecho, deberían orinar sentados ya que esto puede ayudar a la evacuación de la vejiga.

Por cierto, que las mujeres cometemos muchas veces el error de intentar orinar de pie, para no sentarnos en los baños públicos por cuestiones de higiene. Pero, como hemos explicado, esa posición hace que no se relajen correctamente los músculos del suelo pélvico y ahí podemos empezar a tener problemas. Entonces, la posición debe ser sentada, para todos.

Y aclararemos otra cosa antes de terminar. A pesar de lo que hayas leído, la orina no es estéril porque aunque es el desecho líquido de tu cuerpo (una mezcla de agua, sal, electrolitos y sustancias químicas llamadas urea y ácido úrico), también contiene bacterias.

Esto quiere decir que existe la posibilidad -muy remota- de que algunas bacterias dañinas de la orina entren en una herida abierta de tu cuerpo y provoquen una infección. Sin embargo, como decía al principio, no es probable que esto ocurra.

Con todo esto en mente, puedes orinar en la ducha en paz e incluso reírte mientras lo haces.

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