Estos tres senadores han sido víctimas de extorsión

Defraudadores llaman a las oficinas de los legisladores y con engaños buscan el pago de alguna cantidad en efectivo o en especie.
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Desde diciembre pasado, senadores están en la mira del crimen. Defraudadores llaman a las oficinas de los legisladores y con engaños buscan el pago de alguna cantidad en efectivo o en especie.

“Una secretaria de la oficina de la senadora Beatriz Paredes sí pagó a los delincuentes; el asistente de otra senadora cayó y perdió como 38 mil pesos”, dijeron empleados del Senado a El Financiero.

Explicaron que, debido al elevado número de llamadas recibidas, se hizo una especie de aviso o circular que se difundió por correo electrónico a los legisladores y empleados que laboran en sus respectivas oficinas.

Asimismo, entre secretarias se difundió por mensaje de WhatsApp una alerta para evitar que cayeran en la trampa.

“Chicas bellas: les comento para que no les agarre de sorpresa. Están llamando (desde los últimos días de diciembre) a las oficinas, de los números 3532049515 y 3532049115. Preguntan por el senador en cuestión diciendo que es otro senador o senadora, para la recepción de unos paquetes.

“Te piden tu número de celular y otra persona llama a la extensión para decir que hace falta completar el pago de los paquetes. Luego el supuesto senador que te está llamando al celular te pide que “‘le prestes a tu senador’ para recibir el paquete”, dice uno de estos mensajes, copiados a este medio.

“Ojo: es fraude. Hoy se lo hicieron a mi hija (secretaría). Afortunadamente estaba conectada al chat del WhatsApp y el senador le confirmó que no era cierto. Pero a dos compañeras más ya se las aplicaron”, insiste el mensaje.

Hasta principios de esta semana se sabía que estas personas que realizan fraudes llamaron a las oficinas de más de una decena de senadores, entre ellos Beatriz Paredes, del PRI; Manuel Velasco, del PVEM, y Joel Padilla, del PT.

Los senadores del PAN cuestionados al respecto dijeron no haber recibido llamadas. “Justo ayer se tocó el tema por un chat interno y ningún senador dijo haber recibido alguna llamada”, detallaron fuentes de la bancada.

En el caso del senador Padilla Peña, el modus operandi fue distinto. Le hablaron a su secretaria. Los delincuentes se identificaron como empleados del SAT y advirtieron que el legislador petista tenía un adeudo.

El senador fue contactado por su secretaria y fue entonces que la desengañó. Al final no se pagó ningún monto de extorsión.

Los legisladores fueron buscados, pero coincidieron en negar entrevistas. Aseguraron que los afectados no son ellos, sino los empleados a su servicio. La FGR tampoco respondió un requerimiento para saber cuántos casos han sido denunciados.

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