FGR ya rastrea llamadas para ubicar el paradero de El Patrón

Jefe del caso Iguala en la CNDH señala que analizan comunicaciones de policía de Cocula y el autor intelectual; piden hacer investigación georreferencial; hoy se cumplen 61 meses de la desaparición de los 43

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La Fiscalía General de la República (FGR) ya analiza la comunicación que tuvo el jefe de la policía de Cocula, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, para dar con identidad y paradero de El Patrón, presunto autor intelectual de la desaparición de algunos de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Huitzuco, indicó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

“La FGR ya se encuentra analizando la sabana de llamadas que se dio la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014, misma que incluye la conversación entre el jefe de la policía de Cocula (César Nava) y El Patrón, quien es autor intelectual de la desaparición de los estudiantes. Analiza la georreferencia de esos días para dar con un perfil y saber quién es este personaje”, aseguró José Trinidad Larrieta, titular de la Oficina Especial para el caso Ayotzinapa del organismo nacional.

Añadió que la CNDH ha reiterado la necesidad de que se haga dicha investigación georreferencial “para ubicar los teléfonos de toda la red de comunicación privada que hubo esa noche, porque es fundamental que se investigue al jefe de la policía de Cocula, pues a él se le dan las ordenes de El Patrón para ir por los 28 normalistas que estaban en las oficinas y llevarlas a Lomas de Coyote y entregarlos a Guerreros Unidos”.

En entrevista con La Razón, señaló que se tiene que profundizar y pedir una sábana de llamadas de identificación para llegar a este sujeto que, de acuerdo con la recomendación de la CNDH sobre el caso, “tiene presencia en cada uno de los sitios en los que tuvieron lugar las agresiones (el 26 y 27 de septiembre de 2014). Este modus operandi se encuentra perfectamente delineado en el análisis que sobre su posible participación en los hechos —como autor intelectual o instigador—”.

El texto añade que por su forma de actuar, este sujeto “debe tratarse de un individuo situado en la cúpula de una estructura criminal desde donde puede someter tanto a cuerpos policiales de distintos municipios como a servidores públicos con —al menos— cargos administrativos municipales de primer orden”.

“Es fundamental que se investigue al jefe de la policía de Cocula, a él le dan las ordenes de El Patrón para ir por los 28 normalistas que estaban en las oficinas y entregarlos a Guerreros Unidos”

Trinidad Larrieta

Titular de la Oficina para el caso, CNDH

Larrieta Carrasco dijo que las principales líneas que ha retomado la FGR de la recomendación de la CNDH son el análisis de los 114 restos óseos de Cocula, la identificación de la autoría intelectual de la desaparición de los normalistas, además de indagar las motivaciones que tuvieron que ver para que fueran desparecidos, “como la disputa por las drogas, la pelea entre Los Ardillos, Guerrero Unidos y Los Rojos y el involucramiento de servidores públicos de los tres órdenes de gobierno”.

Respecto al paradero de los normalistas, señaló que, de acuerdo con el análisis que hizo la CNDH, éste se reduce sólo a dos sitios: el basurero de Cocula y el municipio de Huitzuco, dados los trayectos que analizaron de la desaparición a partir de las rutas y cambio de orden que se dio ese día.

Expuso que es fundamental analizar la ruta de salida de los policías de Huitzuco para saber el paradero de los estudiantes, ya que es probable que sólo estén en este punto y en Cocula, “y con mayor probabilidad en el basurero” del segundo.

Además, aseguró que es posible que no todos estén ahí, ya que pueden estar en dos sitios diferentes y no en uno sólo, como dijo en su momento la extinta PGR en la llamada “verdad histórica”.

Asimismo, consideró que la identificación de Alexander Mora Venancio —cuyos restos fueron encontrados en el Río San Juan, provenientes del vertedero de Cocula— es fundamental. Y es que con él iban los demás estudiantes en el autobús 1531, que fue de donde los secuestraron y desaparecieron.

“¿Cómo es posible que se encuentren los restos de este normalista y los de los demás no?, es algo que es urgente analizar. Aparte, los testimonios de los testigos coinciden con la identificación de varios de los normalistas del camión que fueron secuestrados; por ello es sumamente importante la identificación de los restos óseos para triangular la información; con eso se avanzaría enormemente en el caso”, aseveró.

Por otra parte, consideró que el caso está resuelto desde la perspectiva de los derechos humanos y muy cerca de resolverse en el ámbito criminal si atienden la recomendación general. “Quien quiera saber lo que ocurrió en Iguala tiene que ver la recomendación”.

  • El Dato: En su edición del 7 de diciembre, La Razón dio a conocer que, según la CNDH, la extinta PGR perseguía a un patrón falso: Alejandro Palacios Benítez.
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