Fusiles AK-47, pistolas Beretta y rifles: cómo el poderoso arsenal del Cártel de Sinaloa es reparado y modificado por “Águila”, su armero

Grupos criminales o rancheros le visitaban junto a su socio, El Bhúo; ellos se encargan de agregar o sustituir piezas a las armas

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Identificado como “Águila”, un armero del Cártel de Sinaloa trabaja desde su taller ubicado en Culiacán, capital dominada por la facción criminal que acude a reparar o modificar los fusiles conseguidos en el mercado negro, ya sea que provengan de Estados Unidos o Europa.

Como parte del Proyecto Cartel, la organización de periodismo colaborativo Forbidden Stories tuvo acceso al trabajador del histórico grupo delictivo, a cuyo mando está Ismael El Mayo Zambada, así como los hijos del ahora preso, Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

En una cabaña de madera, donde desarrolla su labor a las afueras de Culiacán, Águila mostró una pistola Heckler & Koch, fabricada en Alemania. Probablemente, una de las 19,123 que la compañía europea envió a México desde 2006, según datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y revelados en un informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH).

De acuerdo con el reportaje de Forbidden Stories, el armero dijo que trabaja como alguien autónomo o freelance, en la imagen se le aprecia embozado, todo de negro (Foto: Captura de pantalla)

Según el texto redactado por el neoyorkino Phineas Rueckert, el armero del Cártel de Sinaloa prefiere la pistola de fabricación alemana. En su espacio de trabajo figuran otras 12 pistolas, así como herramienta y piezas de chatarra usadas para la modificación de los fusiles.

Este colaborador del grupo delincuencial se presentó como un campesino y padre de familia. Siempre trae consigo un walkie-takie (radio), usado por los integrantes del cártel para comunicarse con él sin riesgo de intervenciones policiales.

Para aquel o aquella que lo entrevistó, Águila mostró el arsenal a su disposición: lo mismo había semiautomáticos AR-15, fabricados en EEUU, que una pistola italiana Pietro Beretta, así como un Izhmash AK-47, proveniente de Rusia, una Winchester calibre 22, del mismo país europeo, además de una pistola checa calibre 40. De todas, se destacaba un arma corta Lama, chapada en oro y proveniente de España.

De acuerdo con el reportaje de Forbidden Stories, el armero dijo que trabaja como alguien autónomo o freelance. Grupos criminales o rancheros le visitaban junto a su socio, El Bhúo, alguien silencioso y vestido con una guerrera militar como chaqueta. Ellos se encargan de reparar o modificar las armas que les llevan. Es así como los rifles semiautomáticos se vuelven automáticos y sustituyen piezas viejas por nuevas, además de agregarle otras.

Cuando el “Culiacanazo”, fueron usadas armas de grueso calibre, cuyo negocio de fabricante se encuentra en Europa. Entre ellas, el mencionado FN Minimi de Bélgica, un lanzacohetes M72-LAW, fabricado por una empresa con sede en Noruega y Arizona (Foto: Infobae)

Según contó Águila, el Cártel de Sinaloa como otros grupos criminales (la Mafia, según les nombra), consiguen las armas que quieren, ya sea mediante el tráfico ilegal, por la frontera de EEUU con México, así como auxiliados por policías corruptos, quienes venden los fusiles en el mercado negro y decomisan en los operativos.

Lo mismo pasa en otros estados como Guerrero y Guanajuato, de acuerdo con Águila, al igual que en Sinaloa.

Una cantidad considerable de las armas europeas terminan en manos de cárteles, señala el texto de la organización de periodistas. Entre 2010 y septiembre de 2019, al menos 1,925 Beretta de Italia; 1,365 Rorman de Rumanía; 700 Glock de Austria; 130 FN Herstal de manufactura en Bélgica; y 57 Heckler & Koch de Alemania, fueron encontradas en escenas del crimen en México, según documentos de Stop Us Arms.

Según el armero, el Cártel de Sinaloa convirtió al Minimi de FN Herstal en una de sus favoritas, además de los fusiles Barret y M16, provenientes de EEUU.

Según el armero, el Cártel de Sinaloa convirtió al Minimi de FN Herstal en una de sus favoritas, además de los fusiles Barret y M16, provenientes de EEUU (FOTO: CUARTOSCURO.COM)

Hace poco más de un año, el 17 de octubre del 2019, agentes federales montaron un operativo para arrestar a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo. Para recuperarlo, sicarios del grupo sitiaron Culiacán, con asesinatos, bloqueos y enfrentamientos desataron el caos en la ciudad sinaloense. Finalmente les fue entregado, en un signo de sometimiento del Estado ante criminales.

En aquella ocasión, fueron usadas armas de grueso calibre, cuyo negocio de fabricante se encuentra en Europa. Entre ellas, el mencionado FN Minimi de Bélgica, un lanzacohetes M72-LAW, fabricado por una empresa con sede en Noruega y Arizona, así como el clásico AK-47 o cuerno de chivo ruso. Según datos de la consultoría, Servicio de Investigación sobre Armamento (ARES), el Cártel de Sinaloa también prefiere las Beretta y Glock, italianas y austriacas, respectivamente.

El cártel referido también se conoce como Cártel del Pacífico, es una de las facciones más poderosas que operan el trasiego de narcóticos a EEUU y tienen vínculos en los cinco continentes.