Hielo en la cara: la alternativa para olvidarte de las arrugas y ahorrar dinero

¿Alguna vez has escuchado hablar sobre los beneficios del hielo en la piel?, se trata de una de las alternativas de belleza más efectivas a la hora de cuidarnos, ya sea al meter el cuerpo entero en una tina con hielos para relajar los músculos y mejorar la circulación de la sangre, o bien, al tomar un solo cubo y pasarlo sobre la cara para frenar los signos de la edad. Si bien hay mucho de qué hablar sobre esta técnica a la que incluso recurren algunas celebridades, un detalle que para nadie pasa desapercibido es que los resultados se dan sin gastar dinero de más. 

Lo anterior despierta mucho interés ya que el cuidado del cutis es uno de los que más preocupa a miles de personas, que no dudan en seguir las rutinas de skincare más efectivas y con una larga lista de productos que prometer mantener la piel hidratada, firme y elástica, además que retrasen o combatan la aparición de las arrugas; sin embargo, todo esto también se puede conseguir con el hielo que todo el mundo tiene en sus congeladores y los resultados serán igual de efectivos.

Tanto es el furor de los frío en el mundo de la belleza que incluso algunas mascarillas requieren de refrigeración, mientras que algunos otros productos como los rodillos faciales requieren de congelación previa para pasar sobre la piel de la cara y así notar los increíbles resultados. Por supuesto, todo esto tiene un trasfondo y es que lo frío tiene beneficios en el organismo, pero también es importante señalar que hay que saber cómo aplicarlo de forma correcta, ya que el hielo al igual que lo caliente puede ocasionar quemaduras.

¿Cómo se aplica el hielo para evitar las arrugas de la cara?

Así que si quieres empezar a ahorrar dinero sin descuidar tus rutinas de belleza, este efectivo fruto se convertirá en tu gran aliado y la mejor parte es que los resultados serán igual de efectivos que con otras técnicas especializadas gracias a sus efectos antiinflamatorios. A pesar de ello es muy importante que no descuides los pasos indispensables del skincare como aplicar cremas humectantes, además de protectores solares.

Por otro lado, para cuidar la piel de la cara con ayuda de lo frío es muy importante prestar atención a cada detalle para no ocasionar lesiones o empeorar alguna afección del cutis. Es muy importante que se utilice agua pura o previamente hervida para congelarse y así obtener los cubos de hielo que te salvarán de las molestas arrugas en la frente, cerca de los ojos o de la boca; mientras que una vez que estén congelados y listos para su uso se sigan los siguientes pasos:

1. Tener el rostro limpio y libre de cualquier resto de maquillaje o cremas.
2. Tomar un pañuelo y en él envolver el hielo para que lo frío no tenga contacto directo con la piel para así evitar quemaduras y facilitar la tarea.
3. El truco está en pasar el hielo en las zonas donde más se marcan las arrugas o líneas de expresión como son las comisuras de los ojos la frente, el entrecejo y la boca. Para ello se deben de dar masajes de pequeños círculos por al menos tres minutos cada mañana y noche.
4. Con una tolla hay que dar pequeños toques en la cara para retirar el exceso de humedad y finalmente aplicar una crema hidratante. 

Todo lo anterior es muy efectivo para olvidarse de las arrugas gracias a que lo frío del hielo ayuda a la piel a mantenerse firme y con mayor elasticidad y así evitar los primeros signos de la edad. Por supuesto, combatir la flacidez del cutis no es lo único que hay que resaltar, ya que incluso se sabe que esta rutina también mejora la hidratación y por lo tanto vuelve la piel del rostro más suave.

Por último es importante resaltar que esta técnica también puede ser de utilidad para las personas que quieren reducir las bolsas de ojos o las ojeras, pues como adelantábamos los hielos son antiinflamatorios y de ahí que además de las arrugas se usen para tratar los síntomas del acné, piel irritada u otras afecciones; sin embargo, lo ideal es consultar a un profesional de la salud para no empeorar los síntomas.