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Ciudad de México. Finalmente llegó la fecha. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) se transformó en una romería el día de su inauguración. El ingreso con sobriedad de los invitados especiales, con las marimbas de fondo, contrastan con los coros a todo pulmón de las huestes obradoristas que desde temprano arribaron para compartir la fiesta, aunque no fueron formalmente convocados.Un largo trayecto hasta llegar a la nueva terminal aérea que pretende superar a futuro el estrangulamiento que padece el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Por lo pronto hoy se tienen en el tablero de salidas y llegadas ocho operaciones, incluida la única ruta internacional desde Caracas de Conviasa.Hay militares y elementos de la Guardia Nacional por todos lados, con una insólita amabilidad para orientar a pasajeros, invitados u obradoristas que llegaron a corear con mayor estruendo que de costumbre el estribillo clásico: “es un honor estar con Obrador” y convencidos, como están hacer campaña para que siga en el gobierno. Y es que hasta acá y en esta fecha, la revocación de mandato está presente. En el lugar hay cientos, de personas congregadas para el día inaugural.A la espera de la inauguración, los espacios no restringidos en su acceso es un ir y venir de curiosos por conocer la primera de las obras emblemáticas del obradorismo que contempla, entre sus atractivos, un pequeño museo de sitio en honor al general Felipe Ángeles que a la entrada advierte: “dilemas y decisiones de un revolucionario”.Y en su recorrido, una de sus frases célebres: “yo no digo que tendré éxito, tal vez fracase, pero moriré en la raya enamorado de un ideal”.Es una fiesta para los desmañanados. Solitaria en su improvisado puesto de pruebas para el covid, Jéssica, residente de Huixquilucan salió a las 3:30 de su casa para instalarse al filo de las 6:30 de la mañana. Hacia las 11 solo ha aplicado una sola prueba para confirmar a un pasajero, su estado de salud.
Tres jovenes recelosas en un módulo de Profeco atienden a pasajeros inconformes con excesos de las aerolíneas. Desde las 8 iniciaron su turno de asesorías, pero hoy es un día especial. Ninguna aerolínea osa abusar del cliente entre tanto funcionario y tanto militar.
—¿Alguna queja?
—Ninguna hasta el momento, responde con timidez una de ellas. Son las 11:30.
Lejos del fastidio de la atención del AICM, hoy todo es amabilidad, disposición de servicio ante cualquier duda:
“Pásele por acá, si es tan amable su identificación, coloque aquí su pase de abordar hasta que aparezca la luz verde.
Inevitables las comparaciones con él AICM para cruzar los filtros de seguridad que, con solo ocho vuelos en el día, lucen sin contratiempos.
Residente en Zumpángo, uno de los miembros de la Guardia Nacional encargado de atender el filtro llegó a las 3 de la mañana, tres horas y 50 minutos antes de que el vuelo inaugural de Aeroméxico saliera rumbo a Villahermosa. Hay decenas y decenas de guardias nacionales.
El ingreso a las salas de espera es un paseo por locales todavía vacíos.
El despliegue comercial no alcanzó el ritmo de los ingenieros militares ni atendió la instrucción presidencial de que se inauguraría este 21 de marzo. Por los anuncios improvisados se sabe dónde venderán pizzas, en qué lugar, donas, tacos al pastor y toda la gastronomía para los viajeros.
Pero también para los interesados en invertir en naves industriales, compra de bienes y raíces en Zumpango, Tecamac, Tizayuca, los municipios que están en los alrededores del aeropuerto. ¿presagio del detonante de urbanización en la zona?
Después de un largo caminar, en el confín de las salas de espera, está la sala 105, hoy destinada a quienes viajan por Viva Aerobús a Monterrey o la contigua, que llevará a pasajeros de Volaris rumbo a Guadalajara
El enorme espacio dispuesto para la inauguración es una fiesta. Invitados por las fuerzas armadas, la Orquesta sinfónica de Lázaro Cárdenas, Michoacán interpreta el Huapango de Moncayo, ataviados con trajes típicos de la region. Desde las 8 de la mañana se han turnado en melodías con la orquesta Juvenil de Sonora.
Entre los pasajeros que se dirigen a Monterrey, hay muchos convencidos de los beneficios de la nueva terminal. Aunque los precios fueron un aliciente, la experiencia de inaugurar un aeropuerto fue lo que los convocó a comprar su boleto, saliendo desde Zumpángo. “Voy a conocer Monterrey, N.L., no conozco y quise aprovechar hoy para estar en esta inauguración”, responde Arturo Garduño, abogado quien con su esposa, apostó por trasladarse en el Mexibus y logró llegar a tiempo al AIFA.
Programado para salir a las 12:30, las restricciones logisticas, complicaciones administrativas y la novedad de despegar de este vuelo, derivaron en que se retrasara y saliera hasta las 13:16.
Pese a la tardanza, esta vez no hay disgustos a bordo, la algarabía acompaña el despegue del Airbus 300 rumbo a Monterrey.
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