Infiltra La Sosa Nostra a Morena

*La Sosa Nostra, el grupo que desde hace 30 años controla la Universidad Autónoma del…

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Pachuca, Hgo.

La Sosa Nostra, el grupo que desde hace 30 años controla la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) –llamado así por el escritor Alfredo Rivera en su libro del mismo nombre–, se infiltró en Morena mediante una supuesta encuesta que nadie vio y la complicidad de la dirigencia estatal del partido; se hizo de 11 de las 18 candidaturas a diputaciones locales, una más por la vía plurinominal, y a dos de los siete distritos federales que estarán en juego el primero de julio en la entidad.

Consejeros y militantes de Morena, entre ellos Luis Enrique Cadena, secretario de organización del comité estatal, rechazan esta ‘‘imposición’’, pero dicen estar concentrados en ganar la elección presidencial. ‘‘Después nos veremos las caras para cobrar facturas’’, advierte Cadena.

Los inconformes acusan a Abraham Mendoza Zenteno, dirigente estatal de Morena, y al delegado nacional, Octavio Romero Oropeza, de haber entregado el control del partido a Gerardo Sosa Castelán, ex senador priísta, presidente del Patronato de la UAEH y señalado como líder del Grupo Universidad (también llamado La Sosa Nostra) mediante una ‘‘ventajosa’’ y ‘‘oscura’’ negociación en la cual sus incondicionales obtuvieron las candidaturas.

Esta inconformidad quedó de manifiesto en febrero y mayo, durante las giras que el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador realizó por Tula y Huejutla, donde militantes de Morena le mostraron pancartas contra Sosa.

La noche del miércoles pasado, al inicio de su discurso de cierre de campaña en Pachuca, López Obrador fue interrumpido por presuntos militantes de Morena que, a gritos, repudiaron la postulación de incondicionales de Sosa.

Ese día la capital hidalguense amaneció tapizada de volantes de rechazo a Sosa. También se colocaron mantas en la carrera federal México-Pachuca.

Los consejeros de Morena que denunciaron la entrega de candidaturas al grupo de Sosa se deslindaron de estos panfletos y del supuesto grupo de choque.

La infiltración del Grupo Universidad en Morena se comenzó a notar el 16 de febrero, durante una reunión privada de López Obrador con coordinadores territoriales de Morena que se realizó en el auditorio del Centro de Extensión Universitaria de la UAEH, y no en el salón Macros de Mineral de la Reforma, como se había anunciado.

Cuatro días después, Sosa Castelán renunció sorpresivamente al Partido Revolucionario Institucional (PRI), después de 30 años de militancia. En una carta dirigida a Enrique Ochoa Reza, entonces dirigente nacional del tricolor, adujo que no queria ser ‘‘cómplice del secuestro del organismo en perjuicio del interés superior de la comunidad’’.

Señaló que el país demandaba un cambio, ‘‘el cual resulta imposible en una organización política que ve en la crítica constructiva una expresión de indisciplina y en el debate abierto una forma de confrontación y enemistad’’. Posteriormente aseguró que no buscaría ser candidato de otro partido.

El dirigente estatal de Morena, Mendoza Zenteno, afirmó que ese partido no tenía objeción en que se sumaran ‘‘personalidades’’ como Sosa.

Tanto consejeros estatales como federales del partido fundado por López Obrador, entre ellos el también secretario de organización Luis Enrique Cadena, advirtieron a Zenteno que no era conveniente dar espacios al Grupo Universidad.

En ese momento Damián Sosa Castelán, ex diputado local del Partido Acción Nacional, era dirigente del partido Movimiento Ciudadano (MC), que rompió la incipiente alianza Por Hidalgo al Frente debido a que no se puso de acuerdo con los dirigentes del blanquiazul y del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre las candidaturas a diputaciones federales y locales.

El 24 de marzo, Sosa Castelán anunció su salida y la de toda la estructura de MC, incluido Miguel Ángel de la Fuente, el único diputado local de esa fuerza política, para afiliarse a Morena.

Pero la bomba estalló la madrugada del 15 de abril, cuando la Comisión Nacional de Elecciones informó del registro de las 18 candidaturas a diputaciones locales, 11 de ellas para el Grupo Universidad.

Integrantes del consejo estatal de Morena anunciaron que impugnarían el dictamen por supuestas irregularidades, sobre todo la entrega de más de la mitad de las nominaciones a candidatos externos, entre ellos el ex rector Humberto Veras Godoy, por el distrito con cabecera en Pachuca, y Roxana Montealegre, por la circunscripción de Mineral de la Reforma, así como la dirigente del Sindicato de Personal Académico de la UAEH, Lidia García Anaya, nominada para la diputación federal del sexto distrito, con cabecera en Pachuca.

Los consejeros también se inconformaron por la entrega al Grupo Universidad de dos de las siete candidaturas a diputaciones federales. La lista se dio a conocer en un mensaje de WhatsApp desde una cuenta de Morena, sin presentar copias certificadas y sin dar a conocer quién o cómo se hicieron las encuestas.

Ante los reproches de los consejeros, Abraham Mendoza Zenteno respondió que fue una decisión de las ‘‘instancias nacionales’’.

Francisco Patiño Cardona, uno de los consejeros y fundador de Morena en Hidalgo, acusó a la dirigencia estatal de haber ocultado al consejo que desde la noche del 14 de abril ya existía una lista de candidatos y que serían registrados ese mismo día.

Agregó que en septiembre de 2017 el consejo estatal de Morena designó en votación las ternas de precandidatos de cada uno de los 18 distritos locales, y esta preselección no fue tomada en cuenta.

El 15 de abril ‘‘amanecimos con una lista en la cual no se tomaron en cuenta las ternas que hizo el consejo estatal. Salvo tres o cuatro, todas las candidaturas son para externos, la mayoría para el Grupo Universidad’’, dijo el consejero Alán Medina; indicó que si bien la Comisión Nacional de Elecciones tiene la facultad de dictaminar quiénes serán candidatos, ‘‘queremos que haya certeza en el procedimiento’’.

En su dictamen del 15 de abril, el consejo estatal decidió destituir y expulsar a Abraham Mendoza Zenteno, presidente del comité ejecutivo –decisión aún no resuelta por la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena– por entregar más de la mitad de candidaturas al Grupo Universidad, lo cual viola los apartados F y G del artículo 3 de los estatutos de Morena.

Los consejeros advirtieron que la presencia del Grupo Universidad en Morena ha propiciado la formación de ‘‘facciones, corrientes o grupos que vulneran la soberanía del partido’’ e incluso ‘‘su capacidad exclusiva de dirección general’’. Asimismo, rechazan ‘‘la subordinación a representantes del régimen actual y de sus partidos a partir de la presunta necesidad de llegar a acuerdos o negociaciones pragmáticas’’.

Mendoza Zenteno respondió que el reparto de candidaturas fue legal. Al final, los tribunales desecharon las impugnaciones porque se determinó que, si se cuentan las candidaturas de propietarios y suplentes, se cumplía con los estatutos.

Luis Enrique Cadena, secretario estatal de organización de Morena y consejero nacional, advirtió que el control del partido ya está en manos de Gerardo Sosa.

‘‘Abraham Mendoza es un cero a la izquierda en la estructura de Morena en Hidalgo; ha dado conferencias de prensa para tratar de justificar la presencia del Grupo Universidad porque en los municipios nadie lo recibe. La militancia le cobró caro su falta de liderazgo para defender posiciones en favor de la base, y tanto el enlace nacional como Gerardo Sosa ya le pasaron por encima’’, aseveró.

La noche del miércoles, en un acto de campaña en Pachuca, varios jóvenes recibieron a López Obrador con gritos de rechazo a Gerardo Sosa Castelán.

‘‘A ver, ya los escuché. Dicen ‘fuera Sosa’, ¿verdad? Ya los escuché, pero no sigan en todo el acto, porque entonces voy a pensar mal, que los envió (Omar) Fayad (gobernador priísta de Hidalgo’’, respondió el candidato presidencial.

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