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No se trata de una novela, sino de un terrorífico episodio que vivieron dos familias de la localidad bonarense de Ezeiza. Rosa de 41 años, fingió estar embarazada ante su pareja. Su vientre crecía y la mentira también. Cuando llegó la fecha de parto, le robó el bebé recién nacido a su amiga, María Esther. En ese momento, la verdad salió a la luz; el hombre que creía que iba a ser padre aún no sale de su asombro. “Ve las cosas del bebé y se pone a llorar”, detalló Gladys, la madre de la persona engañada, en diálogo con Nosotros a la mañana (el trece).
“La selfie que reveló que fui robada cuando era una bebé”
El plan de engaño de Rosa involucró a una gran cantidad de personas. En principio a su entorno, y al momento de presentar al recién nacido acudió a una amiga, que había dado a luz recientemente. “Ella vuelve a aparecer en mi casa, después de muchos años sin vernos. Yo estaba embarazada de siete meses. Un mes más tarde vuelve y me comenta que ella igual estaba esperando un hijo. Yo le acaricié la panza, era de cuatro meses”, detalló María Esther sobre cómo la mujer la hizo parte de la mentira. La relación entre ellas volvió a ser de confianza, por ello Rosa le pidió prestada una ecografía de ella, para poder cobrar su plan social. Aunque los meses que ella tenía de gestación no coincidían, accedió a la solicitud.
Los días pasaron y nuevamente volvió a visitarla al momento que el bebé de María Esther nació. Sin embargo, la reciente madre no la recibió en su hogar ya que se encontraba cansada. Fueron días más tarde cuando la mujer fue a buscar a su bebé a la cuna y no estaba, la desesperación la invadió. Rosa había entrado a su habitación y se llevó al niño, al que retuvo por cuatro horas. Testigos brindaron información y dieron con la mujer, quien al ser consultada por las autoridades expresó que se trataba de su hijo, pero esta mentira duró poco tiempo.
“Nunca sospeché nada ni vi algo raro en ella”, expresó María Esther, quien pudo recuperar a su hijo, que le fue robado cuando apenas tenía 10 días de vida. Pero el engaño por parte de Rosa no fue solo hacia ella, sino que también la mentira se extendió hacia toda la familia de la supuesta embarazada. Empezó haciéndole creer su relato a su pareja y luego a todo el círculo cercano de él, quienes jamás dudaron de que un bebé estaba en camino.
La familia paterna del supuesto bebé por nacer celebró la noticia del embarazo y veían con alegría cómo crecía poco a poco el vientre de la mujer de 41 años. Sin embargo, algunas de sus actitudes llamaban la atención. “Yo sospechaba de ella porque no quería hacerse ningún estudio ni ir al hospital para hacerse una ecografía. Mi hijo le pedía y ella lo golpeaba”, expresó en diálogo con Nosotros a la mañana, Gladys, la mujer que creyó que se convertiría en abuela.
La última pelea que tuvo la pareja encendió aún más las alarmas. Según las palabras de la mujer, su hijo y nuera tuvieron una fuerte discusión cuando ella expresó sus deseos de atravesar el parto sola con una profesional. Mientras, el futuro padre pedía estar presente. A su vez, indicaba que iba sola a los controles prenatales. “Ella lo amenazaba para que el no la acompañe. Le decía que se iba a ir lejos con su hijo”, detalló.
En cuanto a la composición del engaño, Gladys indicó que su nuera permitía que tocaran su panza de embarazada, que tenía el tamaño y forma que comúnmente tiene la persona gestante. “Nosotros la tocábamos era real. Era carne”, aseguró la mujer engañada, que aún no sale de su asombro. Ahora, toda la familia intenta asimilar los hechos, mientras su hijo atraviesa el duelo que le dejó esta mentira: “Él está destrozado. Ve las cosas de bebé y se pone a llorar”.
Mientras Rosa se encuentra detenida por el robo del bebé de su amiga, las dos familias involucradas buscan una respuesta sobre qué llevó a esta mujer a idear semejante engaño. Por el momento, no tienen respuestas ni por parte de ella ni de la Justicia, que debe determinar si tiene algún tipo de patología psicológica.
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