Los refugios de Lozoya en Estados Unidos y Suiza

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NUEVA YORK/GINEBRA (Proceso).- Como parte de la investigación sobre el caso Agronitrogenados, la Fiscalía General de la República (FGR) localizó tres domicilios en Nueva York y uno en Ginebra vinculados con el exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin y su familia, y compartió dicha información con la Interpol para rastrear el paradero del exfuncionario.

La FGR detectó el domicilio en Ginebra cuando rastreaba los movimientos de una cuenta en el banco suizo Gonet & Cie, desde donde se realizaron transferencias para la adquisición de la residencia de Lozoya en el fraccionamiento Lomas de Bezares, en la Ciudad de México, y en la mansión en Ixtapa que está a nombre de su esposa, Marielle Eckes, según denunció Mexicanos contra Corrupción y la Impunidad (MCCI) en un texto publicado el 30 de julio en el diario Reforma.

De los cuatro domicilios Proceso sólo confirmó que Lozoya habitó el departamento 2A de la calle 272 de Riverside, en una de las zonas residenciales de mayor plusvalía en Nueva York, de acuerdo con registros públicos de la ciudad.

Leandro Cruz, portero del edificio, dijo que, en efecto, Lozoya radicó en ese departamento junto con su familia durante tres o cuatro años, pero que se mudó luego de que lo nombraran director de Pemex, a finales de 2012.

Cruz aseguró que no ha visto a Lozoya desde hace casi siete años, cuando se mudó. Añadió que al parecer esa era su residencia principal, donde radicaba con su esposa e hijos, y que el exfuncionario no parecía contar con otra vivienda en Nueva York.

Pese a que Lozoya no radica ahí, los registros de la propiedad no identifican a ningún nuevo residente ni tampoco a un dueño. Cruz informó que tras la mudanza de Lozoya, otro ciudadano mexicano ocupó el departamento.

Construido en 1910, el edificio de Riverside 272 se ubica en un extremo de Manhattan, en el vecindario del Upper West Side, justo frente al parque de Riverside, luego del cual se encuentra el río Hudson.

La zona, una de las más codiciadas de la ciudad, es esencialmente residencial, aunque múltiples opciones de restaurantes, comercios y entretenimiento se encuentran a un par de cuadras, en Broadway.

El edificio ocupa la cuadra entera entre las calles 99 y 100. Actualmente en renovación, la entrada del edificio es por la calle 99, que parece un oasis de tranquilidad ajeno al ajetreo de la urbe; la zona evoca un sofisticado y arbolado suburbio de París.

Descrito como “una rara joya” con vista al parque de Riverside y más allá al río Hudson, el edificio tiene fachada de granito y piedra caliza que, de acuerdo con el sitio de bienes raíces StreetEasy, constituye “una labor artesanal llevada al nivel del arte”.

Con 57 departamentos de lujo repartidos en 12 pisos, el edificio tiene portero las 24 horas, un vestíbulo alfombrado y amueblado, así como varios ascensores.
Los departamentos de la línea A (como el que ocupó Lozoya) son los más espaciosos y los que ofrecen mejores vistas. Todos cuentan con pisos de roble, muros con molduras, techos altos y amplias ventanas con vista al parque, según StreetEasy.

El tipo de departamento ocupado por Lozoya tiene una superficie de 264 metros cuadrados y ocho diferentes espacios (comedor, sala, cocina, estudio o cuarto de invitados, cuarto de lavado, entre otros), así como tres amplias habitaciones y cuatro baños completos.

El valor de venta de un departamento del mismo tamaño en ese mismo edificio fue de 5.6 millones de dólares en 2018, de acuerdo con el portal de información de bienes raíces PropertyShark. El sitio StreetEasy ofrece actualmente la unidad 12A en 6.7 millones de dólares.

Sólo por impuestos de propiedad, el departamento en el que radicó Lozoya debe pagar 24 mil 735 dólares anuales, o casi medio millón de pesos mexicanos, según los registros de la ciudad.

El trabajo de MCCI indica que la FGR identificó otro edificio en Nueva York supuestamente vinculado con Lozoya, en el número 525 de West End Avenue, también en el Upper­ West Side, así como otra propiedad en la calle de Leonard.

El portero del edificio de West End Avenue, identificado como Damián, con más de una década de laborar en esa propiedad, aseguró a Proceso que nunca había escuchado el nombre de Emilio Lozoya.

“Créeme, sabría quién es si hubiera vivido aquí”, afirmó.

En cambio, Cruz sí recuerda a Lozoya y a su familia. Lo describe como “un hombre simpático, siempre trabajando en su computadora”.

“Supimos quién era, el director de la empresa de petróleo, una vez que vimos una foto de él con el presidente Obama. No nos sorprendió mucho; acá vive sólo gente rica”, señaló Cruz.

Un “depa austero”

En cambio, en el domicilio que se le atribuye en Ginebra, Suiza, el nombre de Emilio Lozoya no aparece.

Se trata de un edificio de departamentos en el número 22 de la calle Jacques Grosselin,­ en la zona de Carouge. No es un sitio de lujo. Más bien corresponde a una zona de clase media o media alta en el cantón de Ginebra.

Carouge es un barrio vibrante, pintoresco, con diversos restaurantes de cocina experimental o étnica, con boutiques pequeñas y originales, tiendas de antigüedades, teatros y bares, y corresponde a lo que sería el Soho en Londres o Nueva York.

Sin embargo, el domicilio que se atribuye a Lozoya no está en el corazón de este barrio pintoresco, sino en las afueras, en un lugar llamado Les Acacias, de corte industrial, y colinda con una zona comercial con tiendas como Migro Parc (equivalente a Home Depot), que distan mucho de ese matiz de glamour o lujo con el que se le ha querido identificar.

Si se tratara sólo de tener un domicilio en Suiza y pasar inadvertido, un departamento de estas características, moderno, bien comunicado, céntrico y discreto, como los edificios que están en la calle Jacques Grosselin,­ podría cumplir ese objetivo.

El edificio en el 22 de Jacques Grosselin­ tiene un área total de 753 metros cuadrados, cuenta con 14 departamentos y en los últimos años algunos de ellos se han vendido entre 1.2 y 1.7 millones de francos suizos, dependiendo del número de habitaciones.

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