María Félix, Enedina Arellano y otras jefas del narco buscadas por las autoridades

Estas sicarias en México han desafiado las reglas y logrado colocarse como las cabezas de sus organizaciones criminales, además de que no han sido capturadas por las autoridades

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Dominado por hombres, en el mundo del narcotráfico también ha habido mujeres que han liderado los cárteles de droga más poderosos y sanguinarios. De acuerdo con Univisión, hasta el 2018 había más de 3,000 mujeres en cárceles mexicanas por delitos relacionados con drogas: una cifra que va en ascenso.

Frecuentemente sólo asociadas como las acompañantes de los capos, estas sicarias en México han desafiado las reglas y logrado colocarse como las cabezas de sus organizaciones criminales, además de que no han sido capturadas por las autoridades.

“Al encarcelar a cada vez más mujeres por este tipo de delitos, el Estado (mexicano) no ha tomado en cuenta las condiciones de vulnerabilidad, como pobreza y marginación, que las han llevado a realizar tales actividades; ni tampoco las historias de violencia, sobre todo sexual, que muchas de ellas han sufrido”, informó un análisis de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés).

Ellas son víctimas de una política de drogas que ha fracasado y de un sistema que castiga más a quienes menos tienen”, declaró la organización. “Esto, desde luego, no es justicia: no resuelve la inseguridad que vivimos, ni disminuye la producción o tráfico de drogas

Endina Arellano Félix tendría actualmente casi 60 años (Foto: Archivo)
Endina Arellano Félix tendría actualmente casi 60 años (Foto: Archivo)

La jefa era una de las hermanas de la dinastía criminal del cártel de los Arellano Félix, uno de los más grandes del tráfico a finales del siglo pasado. Ella era la encargada de llevar las operaciones financieras de la organización.

Desde el 2002 hay informes que era el “cerebro financiero”, sin embargo, luego de perder el territorio contra el cártel comandado por Ismael El Mayo Zambada ha ido en declive.

Bajo el liderazgo de La jefa, la organización logró sobrevivir el declive. No obstante, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) ya no considera la cártel como prioritario.

Enedina Arellano quedó al frente de la organización familiar luego que sus hermanos fueron asesinados o encarcelados. Actualmente tendría casi 60 años y a pesar de las sospechas sobre su liderazgo en el cártel, no aparece en la lista de los más buscados por la DEA.

La familia de los Arellano Félix, que conformaron el Cártel de Tijuana
(Foto: Archivo/Cuartoscuro)La familia de los Arellano Félix, que conformaron el Cártel de Tijuana (Foto: Archivo/Cuartoscuro)

La también conocida como Narcomami, se dedicaba a administrar las finanzas del grupo y, cuando debió asumir el poder de la organización junto a su sobrino, Fernando Sánchez Arellano, le tendió una trampa con uno de los enemigos acérrimos de su familia: el Cártel de Sinaloa.

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En 2003 el periodista asesinado, Jesús Blancornelas, escribió que siempre había asesorado a sus hermanos con el lavado de dinero.

Muchos aseguran que el historial sangriento de sus hermanos la ha hecho ser escurridiza, mecánica, discreta e inteligente.

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Por ello, su liderazgo se considera “no violento” porque prefiere llevar un grupo criminal con los menores enfrentamientos posibles.

Ana María Félix, “La doña”

"La Doña" es buscada por la DEA desde hace casi una década (Foto: www.dea.gov)“La Doña” es buscada por la DEA desde hace casi una década (Foto: www.dea.gov)

Se le identifica como una fugitiva casi tan peligrosa como al Narco de narcos Rafael Caro Quintero, es Ana María Félix, La Doña, uno de los 181 objetivos prioritarios de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), quien tomó la ciudad de Los Ángeles, California (Estados Unidos) como su centro de operaciones.

Aunque su grupo criminal se desarticuló hace una década, La Doña desapareció sin que las autoridades pudieran establecer el nombre del cártel mexicano que le surtía la droga y las pandillas que la ayudaban en la distribución. Las autoridades le siguen la pista desde hace años por ser la presunta responsable de cruzar cargamentos de heroína desde México y distribuirlos por todo el sur de California.

De acuerdo con su ficha de búsqueda, de los pocos datos que se conocen de ella se sabe que tiene color y ojos cafés y que su último domicilio conocido fue en Paramount. Pero se desconocen datos fundamentales como su fecha y lugar de nacimiento, aunque se presume que es mexicana, y datos familiares.

La peligrosidad de Ana María Félix es comparada con la de Rafael Caro Quintero (Foto: Cuartoscuro)

La peligrosidad de Ana María Félix es comparada con la de Rafael Caro Quintero (Foto: Cuartoscuro)

Según la DEA, al menos 22 personas (la mayoría hombres) obedecían las órdenes de La Doña. Agentes antinarcóticos le siguieron la pista a su célula criminal desde 2010 y lograron desarticularla, pero Félix se fugó. Su apodo se debe a la similitud de su nombre con el de la iconica actriz mexicana de la década de los cincuenta, María Félix.

Su ficha de búsqueda advierte que quien la encuentre “tome precauciones” y la describe como una mujer de alta estatura y complexión delgada.

Su grupo usó varios métodos para no ser detectado: en ocasiones los traficantes escondían la droga en la suela de sus zapatos para cruzar las garitas peatonales y ya en este lado de la frontera la ponían dentro de las luces traseras de sus autos o de globos de colores para entregarla a sus compradores, de acuerdo con un reporte de Univision.

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Un trabajo realizado por el Observatorio Colombiano de Crimen Organizado analizó los tipos de liderazgos de las mujeres dentro del narcotráfico en siete países y destacó cómo pueden ejercer el poder dentro de las organizaciones criminales.

“El cruce entre liderazgos y violencia en esta discusión es intencional, toda vez que ambas características de la criminalidad de las mujeres constituyen desviaciones de los estándares socialmente aceptados y reconocidos al interior del crimen organizado, que ameritan ser analizadas a mayor profundidad”, destaca en análisis titulado “Liderazgos criminales de mujeres y uso diferencial de la violencia”.

De acuerdo con el documento, en el mundo de las mujeres del narco el liderazgo violento se caracteriza por usar la intimidación como la principal arma para mantener el control en las organizaciones criminales y puede ser llevada a distintos niveles.

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