Mariguana medicinal la impulsó a comunicarse

*Mary Tere Argüelles padece síndrome de Lennox-Gastaut; sufría 60 crisis epilépticas al día, ahora sólo es una al mes…

excelsior.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO.

A sus diez años, Mary Tere Argüelles Vara ya es escritora. Su primer libro, titulado: Hablar por los que no hablan, un manual para saber cómo tratar a una persona con discapacidad que no puede comunicarse ni moverse adecuadamente, se presenta al público, el próximo 2 de junio.

El texto se concibió, porque la niña, quien ahora estudia la primaria en su casa, padece el síndrome de Lennox-Gastaut, una variante de epilepsia infantil grave, que durante ocho años le impidió comunicarse.

Fue hasta 2016, cuando sus padres decidieron suministrarle aceite de cáñamo derivado de la mariguana, que pudo iniciar el contacto con su entorno.

Sumado a los cuatro antiepilépticos que toma y con revisiones médicas periódicas, luego de ingerir el cannabis medicinal, la pequeña pudo demostrar que sus funciones cognitivas no estaban dañadas y que incluso tenía un coeficiente intelectual de 145 puntos, que la ubica como una niña genio o superdotada.

En entrevista para Excélsior, su mamá, Teresa Vara Jurado señala que a partir de que su hija empezó a tomar el aceite de cáñamo, se conectó con el mundo y se pudo comunicar a través de movimientos con su cuerpo.

Entonces, para facilitar su convivencia, la mamá de Mary Tere inventó un método: pegó letras, números, colores y emojis en las paredes de su casa, que luego transformó en un abecedario portátil con la finalidad de que su hija pudiera comunicarse, al estar fuera.

“Desde que Mary Tere empezó a tomar el cannabis ella está más conectada. Descubrí, a través de unas letras que puse en mi casa, que ella ya sabe leer, que sabe escribir, que siempre estuvo aprendiendo porque desde que tenía un año la llevamos a escuelas de educación especial, pero no teníamos idea de todo lo que sabía, hasta que lo pudo manifestar.

“Fuimos a la UNAM y le midieron su IQ, que es de 145 puntos. Así, decidimos que necesitaba una mejor educación y como no la aceptaron en ninguna escuela regular, tiene una maestra particular con la que estudia la primaria.

“Luego para sorpresa de todos, Mary Tere nos dijo que quería escribir un libro que ayudara a otras personas que pasan por la misma situación. Y entre su maestra, la pedagoga Ana Karen García y yo, fuimos vaciando la información de todo lo que mi hija nos iba dictando y así nació su primer libro”, señala.

La señora Vara Jurado, indica que la decisión de suministrar mariguana con fines medicinales a su hija, fue muy difícil, pero se trató del último recurso que tenían, ya que los antiepilépticos solo la mantenían dormida.

“Moría de miedo, pensaba que iba a drogar a mi hija. Empecé a informarme y después me enteré que el aceite de cáñamo no era psicoactivo, que no le iba a causar adicción.

“Definitivamente darle cannabis medicinal, nos cambió la vida. De 60 crisis que tenía al día, ahora son una o dos, cada mes y medio, pero lo maravilloso es que se comunica.

“Es feliz, nos dice lo que quiere o lo que no quiere. Nos cambió el estilo de vida a toda la familia porque, aunque tiene que ser asistida para todo, convive con su hermana y junto con su papá, salimos a comer, porque ya puede comer de todo, vamos a la playa, vamos a conciertos y se entretiene mucho con los audiolibros”, detalla.

Ahora, Mary Tere también es conferencista. Ofrece pláticas en escuelas para promover la inclusión de niños y niñas con necesidades especiales y su sueño, que ha compartido con sus papás, es ser aceptada en una escuela regular y graduarse como física.

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