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Muñecos de paja con la cara del presidente ruso Vladimir Putin y notas pidiendo su ejecución han provocado una investigación policial en la región japonesa de Chiba, al este de Tokio.
Los muñecos “wara ningyō”, traducidos al español como “muñecos de paja”, se han utilizado históricamente en dicho país para alejar el mal y como parte de rituales sobrenaturales, en los que los muñecos representan al sujeto de la maldición.
Desde mediados del mes de mayo, los muñecos de paja se han encontrado en al menos diez santuarios de la región japonesa, cerca de la ciudad de Matsudo. Uno de ellos fue colocado en el santuario de Mikazuki, en Matsudo, clavado en un árbol sagrado con dos largos clavos en las zonas que representan el pecho y la cabeza del muñeco. Llevaba una nota que decía: “Vladimir Putin, nacido el 7 de octubre de 1952. Reza por su exterminio”.
Medios de comunicación locales afirman que los muñecos son una representación para expresar las críticas contra Putin, en medio de la actual guerra contra Ucrania que comenzó desde el pasado 24 de febrero.
Aunque las críticas sobre el actual conflicto en Ucrania están muy extendidas en Japón, los lugareños han criticado el acto de clavar muñecos en los árboles sagrados de los santuarios.
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