No cocines el pollo si notas que tiene alguna de estas características, puede ser un grave riesgo

Es importante tomar en cuenta varios aspectos antes de elegir y cocinar éste popular alimento

heraldodemexico.com.mx

Aquellos que tienen un gusto particular por la cocina o buscan adentrarse en éste vasto universo de sabores, deben conocer puntos básicos para poder alcanzar sus objetivos y prácticamente, no morir en el intento. Además de saber qué tipo de ingredientes se deben mezclar, también deben conocer el estado de cada uno. En este caso, el pollo es uno de los alimentos más populares por el valor nutricional que le aporta al cuerpo humano y la gran variedad de presentaciones que tiene, por lo tanto, se debe revisar a la perfección para saber si se puede consumir o no.

El hecho de llevarse a la boca un alimento en mal estado puede implicar un grave riesgo para la salud. En el caso del ave mencionada puede tener muchas bacterias como la Salmonela. De acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, “se estima que cada año en EU, aproximadamente un millón de personas se enferman por comer carne de ave contaminada”, se puede leer en su artículo.

Por esta razón, antes de hacer unas pechugas rellenas, un caldo o unas buenas enchiladas de pollo, es necesario que se examine la carne desde que se adquiere hasta el momento en que se pone en la cocina para prepararla. En este caso, existen cuatro características para determinar su estado para proseguir con la preparación.

Se recomienda que, después de comprar el pollo, guardar en bolsas de plástico en el refrigerador lo que se comerá después.

¿Cómo se puede saber si el pollo puede consumirse?

Si el pollo está congelado debe tomarse en cuenta el color: si tiene manchas blancas o algo grises, es mejor evitarlo. De igual manera, si se presenta una capa gruesa de hielo, en alguna de sus partes, quiere decir que ha estado refrigerado por mucho tiempo. Cuando está crudo se deben tomar en cuenta los siguientes puntos:

  • Color

El primer contacto con la carne de pollo es visual, por lo que es necesario aprender a distinguir su aspecto. Si es blanquecino, rosado o algo amarillento, no hay problema, pero si se presenta con una tonalidad grisácea es mejor evitarla.

  • Olor

No es necesario saber que si tiene un olor desagradable o como a amoniaco, se debe evitar a toda costa. Este es un seguro indicativo de que la carne se encuentra en mal estado.

  • Textura

La manipulación del alimento debe ser amable al tacto, pero en caso de sentirlo baboso o viscoso, es momento de depositarlo en el bote de basura para evitar riesgos.

El pollo tiene una gran variedad de modalidades de preparación (Foto: Jessica Gavin)

En caso de que ya haya sido cocinado el pollo también existen puntos a considerar para saber si se puede recalentar y servir en la mesa: olor fuerte desagradable y un color blanco uniforme.

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