No eres tú, es la contaminación: detectan compuestos químicos que hacen subir de peso

Presentes en la ropa, el aire o el agua, los compuestos obesógenos podrían estar relacionados con el sobrepeso en los habitantes de las grandes ciudades

heraldodemexico.com.mx

Los alimentos procesados, las dietas poco saludables y la vida sedentaria, además de factores genéticos, son tradicionalmente consideradas las causas del sobrepeso en la mayoría de las personas. Pero los científicos han descubierto un nuevo factor: los obesógenos.

De acuerdo con un estudio publicado por investigadores de Estados Unidos y Europa, estos compuestos químicos, presentes lo mismo en la ropa que en el aire de las ciudades contaminadas, podría influir en el aumento de peso.

Los obesógenos están presentes en el ambiente de prácticamente todo el mundo. Foto: Pexels

“Los obesógenos son una subcategoría de químicos ambientales que actúan como disruptores endocrinos que afectan puntos metabólicos. La hipótesis obesógena propone que estos y otros químicos pueden alterar el desarrollo y la función del tejido adiposo, hígado, páncreas, tracto intestinal y el cerebro, cambiando los límites metabólicos.

“Los obesógenos pueden determinar cuánta comida se necesita para mantener la homeostasis y, de esa manera, incrementar la susceptibilidad a ser obeso”, detalla el estudio.

¿Qué son los obesógenos y dónde están?

De acuerdo con un artículo publicado por Raquel Soler, investigadora de la Universidad de Valencia, existen más de 50 compuestos químicos identificados como obesógenos, los cuales pueden afectarnos al comerlos, beberlos, respirarlos e incluso solo con tocarlos.

Forman parte de muchos productos que usamos diariamente (detergentes, alimentos, envases de plástico, ropa, cosméticos…), lo que complica evadir sus efectos”, escribe la especialista.

Algunos de estos compuestos están presentes en empaques y artículos cotidianos. Foto: Pexels

La exposición a estos compuestos puede hacer que el organismo produzca células acumuladoras de grasa, llamadas adipocitos, más grandes y en mayor cantidad, lo cual es un determinante directo del aumento de peso.

A través de una reacción en cadena, ante una mayor cantidad de células grasas, también aumenta la probabilidad de padecer enfermedades degenerativas como la diabetes o de fallos en el hígado y el páncreas.

Expuestos desde la cuna

Los investigadores descubrieron que el efecto de los obesógenos inicia incluso antes del nacimiento, mediante la exposición a estos compuestos mientras las madres se encuentran en el proceso de gestación.

“El tiempo más sensible para la acción de los obesógenos es durante el embarazo y en la infancia temprana, en parte vía programación epigenética, la cual puede ser transmitida a futuras generaciones”, explican.

Los obesógenos pueden afectar al organismo incluso al contacto. Foto: Pexels

Aunque la exposición a estos químicos puede ser una causa del sobrepeso, los investigadores afirman que no es la única. De hecho, la obesidad es considerada una enfermedad causada por una suma de factores.

La obesidad es una enfermedad multifactorial con componentes genéticos y ambientales. La perspectiva más difundida es que la obesidad resulta de un desbalance entre la energía que se consume y la que se gasta, causada por una sobrealimentación y ejercicio insuficiente”, destacan.

¿Cómo protegerse de los obesógenos?

Tal y como lo señala la investigadora Raquel Soler, es difícil evitar el contacto con estos compuestos que, de una u otra forma, son parte de la vida cotidiana moderna. Sin embargo, siempre hay maneras de reducir su efecto.

Los componentes de algunos cosméticos son considerados obesógenos. Foto: Pexels

No fumar, reducir el consumo de plásticos, preferir alimentos sin pesticidas o envasados y abstenerse del uso de ciertos cosméticos que contienen ftalatos, son algunas de las acciones que Soler sugiere para disminuir su impacto.

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