No me arrepiento, volvería tener esta profesión: José Luis Martínez

 “Yo no pierdo la sorpresa, soy humano. Busco la manera de amortiguar lo que siento, porque nosotros ayudamos a las personas, pero luego, ¿Quién nos ayuda a nosotros? Llegas y por la adrenalina que traes, apoyas, pero ya después, recuerdas lo que viste y a veces si cae de impacto; accidentes, incendios o cuando te reportan una persona fallecida en estado de descomposición, pasan días, y tu mente vuelve a proyectar la escena”, expresó  José Luis Martínez, quien con 15 años de experiencia, actualmente se desempeña como Coordinador Operativo en Áreas Administrativas – Bomberiles.

Consciente de la fragilidad de la vida, el entrevistado hace una pausa, respira y dice: “Un día, cerca de Lo de Marcos, me tocó recibir a un bebé de tres meses que murió con su manita derecha agarrando el dedo pulgar de la mamá, trabajé para liberar a sus padres, estaban prensados; fue muy fuerte ver como una criatura de esa edad pierde la vida; eso de los niños si me da pa´bajo”.

Como dinámica interna, luego de cada servicio se realiza una plática donde se evalúan las acciones realizadas a fin de mejorar: “A veces, en esas pláticas, sueltas lo que traes dentro y llora uno y después lloran dos o tres más, porque hay servicios que te pegan”, relata, afimando que lejos de sentirse avergonzado por compartir esos momentos de vulnerabilidad, se siente satisfecho de trabajar con personas que suman sus talentos y conocimientos en beneficio de los demás.

A través de los años ha cosechado grandes satisfacciones como en el municipio de Tuxpan, donde por 13 días apoyaron en labores de limpieza luego del paso del Huracán Willa: “Se siente mucho orgullo escuchar a las personas decir, gracias a Bahía de Banderas tenemos calles dignas. Como que esas cosas te dan energía para seguir ayudando. Ver a la gente que ya tenían un lugar digno donde dormir”,expresó con una sonrisa en su rostro.

Por otro lado, comenta que no siempre es fácil. “Nunca sabes si regresarás a casa. Cuando es época de huracanes nos quedamos encuartelados en la base por dos o tres días y hacemos todo para ayudar a la sociedad civil, pero dejamos solas a nuestras familias y eso, si es muy difícil”; al momento que expresa su orgullo por la familia que tiene: “Soy sincero, me ha tocado que me están abrazando y suelto el llanto porque en el día pasó algo muy fuerte”.

El oficial José Luis Martínez ha realizado actividades en diferentes áreas de la dependencia y continúa capacitándose. “Yo no me arrepiento; aún me falta seguir preparándome y sin pensarlo dos veces, volvería a tener esta profesión”, señala, pues es apasionado de su trabajo y no permite que la diabetes que padece hace ocho años le impida ayudar y liderear a su equipo al que se refiere como una familia. “Alfa 3” seguirá portando con orgullo el uniforme que se ha impregnado en su corazón y le da la oportunidad salvar la vida de otros. #JuntosProgresamos

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