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Luego de que autoridades de Panamá informaron que una mujer embarazada y sus 5 hijos –todos menores de 17 años–, además de otra persona, fueron asesinados y enterrados en una fosa improvisada por miembros de una secta religiosa, ha salido a la luz el modo de tortura que los criminales usaron con sus víctimas.
La secta actuaba en una remota área indígena en provincia de Bocas del Toro, en Panamá, donde también fueron encontradas 15 personas que estaban privadas de su libertad y en deplorable estado de salud.
Entre los sobrevivientes se encuentra Efigenia Valdés, quien narró la tortura que sufrieron. “Apenitas yo escuchaba que decían que había que sacarle el diablo a mi hermano, a mi hermanita y a mí, que teníamos adentro el diablo”, narró la víctima en entrevista con RT.
La mujer secuestrada, que se encontraba en congregación de la secta, asegura que los integrantes se hacían llamar “La nueva luz de Dios”. La fémina explicó que suplicó en reiteradas ocasiones a sus captores que dejaran ir a sus hermanos, sin tener respuesta positiva.
“Me decían que el diablo tenía que salir de mí porque yo tenía un diablo inmenso dentro. Me pegaron con la Biblia en los ojos, me dejaron ciega y perdí el conocimiento”, narró.
Al tiempo que narraban la tortura, mostraron a la prensa algunas de las quemaduras que les causaron en todo el cuerpo.
Detención de los responsables
El horrible suceso se dio a conocer a mediados de enero, luego que las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional de Panamá realizaron un operativo en donde fueron detenidas 10 personas, entre ellos un menor, quienes fueron identificados como los presuntos responsables de los crímenes.
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