Pese a 30 hrs. de labor en la fábrica, mueren otras 4 costureras

*Los voluntarios fueron sustituidos por personal experto y maquinaria pesada que logró sacar, los cuerpos de cuatro personas que perdieron la vida. El rescate de las costureras y trabajadores textiles atrapados en los escombros por el terremoto de 7.1 grados Richter…

elfinanciero.com.mx

 

A pesar de llevar más de 30 horas, las labores de rescate en la fábrica de textiles y bisutería de Chimalpopoca Bolívar no se han detenido.

Inicialmente fueron caóticas, pero posteriormente los voluntarios fueron sustituidos por personal experto y maquinaria pesada que logró sacar ayer, miércoles 20 de septiembre, los cuerpos de cuatro personas que perdieron la vida.

El rescate de las costureras y trabajadores textiles atrapados en los escombros por el terremoto de 7.1 grados Richter del pasado martes, lo iniciaron voluntarios, vecinos y personas sin conocimiento alguno en primeros auxilios Protección Civil.

Primero sacaron a los niños de la escuela primaria contigua a la fábrica Simón Bolivar, a la que el derrumbe de los cuatro niveles del inmueble le tumbaron la barda que los dividía, misma que, por fortunca, estaba alejada de las aulas, por lo que ningún alumno resultó afectado.

Un vez que salieron todos los niños, todos ilesos, con apenas el susto encima, los vecinos se volcaron a buscar sobrevivientes en la fábrica, en la que laboraban cotidianamente varias costureras que confeccionaban ropa de mujer, niñas y niños, así como artesanos dedicados a la elaboración de bisutería.

Apoyados por trabajadores de la tienda de autoservicio Aurrera que se encuentra a un lado y algunas otras personas que pasaban por el lugar lograron sacar a 18 personas el martes, aseguró Javier Bárcenas, vecino que vive en el conjunto habitacional de Bolívar 158.

Pero la tragedia poco a poco se fue dando a conocer y comenzó a llegar paulatinamente el apoyo institucional y a organizar el caótico rescate inicial. El mismo martes por la tarde primero llegaron policías, más tarde personal de Protección Civil y otros trabajadores de la administración capitalina, el Grupo de Topos y por último el Ejército mexicano.

Comenzaron a organizar el rescate y a sacar a los voluntariosos pero improvisados rescatistas, para reemplazarlos por gente preparada para este tipo de situaciones de riesgo. Hubo molestia de quienes que fueron desplazados, pero ya su ayuda fue minimizada a sólo formarse en largas filas para sacar escombros.

El martes, ya entrada la noche, el esfuerzo humano fue sustituido por la fortaleza mecánica. Llegaron trascabos y camiones de carga de varias instituciones para agilizar la salida del cascajo. También se colocaron torres con poderosos focos para iluminar la zona y facilitar el auxilio. Ya por la mañana de este miércoles se tenían dos enormes grúas que sacaban enormes bloques.

A pesar de esta ayuda de expertos y mecánica, hasta la tarde de ayer habían sacado a cuatro trabajadores de la costura y la bisutería, todos ellos muertos por el inmueble que les cayó encima al no resistir el movimiento telúrico de 7.1 grados que cimbró el centro del país el 19 de septiembre, día en el que un simulacro a las 11:00 de la mañana ya los había distraído de sus labores, por lo que muchos de ellos decidieron ya no hacer caso al segundo llamado de alerta sísmica, que terminó por dejarlos sepultados bajo los escombros.

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