Policías de Guadalajara son amenazados mediante una lona, señalan nexos con el Cártel de Sinaloa

La manta, colocada afuera de la Preparatoria 2 de la Universidad de Guadalajara, fue retirada y entregada a la Fiscalía, quien ya se encuentra investigando los hechos.

proceso.com.mx

GUADALAJARA, Jal. (apro) Tres policías de Guadalajara fueron amenazados mediante una lona que dejaron colgada afuera de la Preparatoria 2 de la Universidad de Guadalajara, en la calle Rita Pérez de Moreno, entre Emilio Rabasa y la avenida Puerto Melaque, en la colonia Santa María.

En la manta se lee: “Miguel Ángel Magaña Pinto K9-1, José Gabriel Romero Vega Poseidón 5, Edgar Eduardo Miramontes Díaz metropolitano. Nos deben perros rateros que no se les olvide quien les está matando el hambre, quedaron de pasarnos información de las maricas jaliscas y no han cumplido, tengan en cuenta que quien sirve a dos amos con 1 queda mal”.

La manta fue retirada y entregada a la Fiscalía del estado para que investigue.

Hace 17 días por medio de redes sociales, un presunto policía tapatío identificado como Francisco Lobo Gris, a nombre de él y de sus compañeros, envió un mensaje al alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro para señalar que Romero Vega y Antonio Munguía Gómez les llamaban la atención si “deteníamos a alguien”, les pedían “no hacer revisiones en ciertas zonas” y les ordenaban donde sí y no patrullar.

En caso de negarse a seguir órdenes, recibían llamadas de amenazas e insultos a sus celulares, “nos mandaban a cuartel o nos sacaban del grupo. La prueba está en las cartulinas y mantas que les han dejado por no cumplir con sus acuerdos”.

El presunto policía lamentó que el nuevo comisario Juan Pablo Sánchez González permitió que sigan Romero y Munguía como mandos. Además, mencionó que Zaira, comisaría del grupo Diavim, se encarga de hostigar laboralmente a sus compañeras por no acatar órdenes irregulares.

Policías de la corporación consultados por este medio aseguraron que todos los datos que  publicó “Francisco” son reales, pero ninguno puede dar la cara por temor a represalias.

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