Por qué las discusiones de pareja pueden ser productivas para la relación y a qué grado

Expertos aseguran que es normal que las parejas peleen con frecuencia y explican los beneficios de discutir, sin embargo hay límites

Infobae | Las discusiones son una parte normal de cualquier relación, pero cuando son constantes provocan mucho desgaste y dificultan la construcción de una vida sana. Aunque en todas las parejas hay conflictos, el problema llega cuando las discusiones se convierten en la rutina y las peleas empiezan a ser la forma más habitual de comunicarse.

No estar siempre de acuerdo con tu pareja, o que haya días en que no estés del mejor humor o tener algunos desencuentros es algo natural y ocurre en todas las relaciones. Puede que des por hecho que otras parejas no discuten, pero eso es una gran mentira, y quizá la mayoría de personas intentan mostrar lo mejor de su relación, dejando los conflictos en casa.

Puede que a simple vista te parezca que las discusiones de pareja no pueden tener nada bueno y que las peleas son un signo de que la relación no va bien. Sin embargo, si lo piensas con detenimiento, hay varias razones por las que discutir con tu pareja puede resultar saludable para vuestra vida en común.

¿Cuáles son los beneficios de estar en desacuerdo?

Los desacuerdos pueden ayudar a enriquecer una relación de varias maneras como: enseñarte más sobre tu pareja ya que las discusiones pueden ayudarte a conocer sobre cómo piensa y siente tu pareja, sobre ciertos temas, y así te permite comprenderla mejor. También te pude ayudar a mostrarte dónde necesitas hacer cambios ya que simplemente nos muestran dónde estamos desalineados y dónde se necesitan pequeños ajustes. Así que toma en cuenta que los desacuerdos pueden ser saludables si puedes escuchar a tu pareja y llegar a un compromiso.

Ahora bien, como en una relación es imposible no tener discusiones, te diremos algunos tips para que cuando llegue el momento de “subirse al ring” todo tenga un final feliz y la relación en lugar de fracturarse, se fortalezca.

1. No la llames una pelea de pareja

Cuando las parejas ven los desacuerdos como peleas o conflictos, a menudo quieren ponerse a la defensiva, como si estuvieran siendo atacados, aseguró Moe Ari Brown, terapeuta matrimonial y familiar. Esta actitud defensiva puede dificultar que ambas partes se escuchen y comuniquen sus sentimientos con calma. Otro punto super importante, separa las discusiones o desacuerdos de la violencia ya que un desacuerdo normal no debería hacerte sentir miedo por tu bienestar o seguridad.

Tener discusiones puede ser una parte saludable de cualquier relación. (Foto: Archivo).

2. Usa frases con “yo”

El uso de frases con “yo” también puede ayudarte a ser más consciente de tus propios sentimientos y de tu papel en el conflicto. Reconocer tu propia parte en un problema es vital para una comunicación saludable.

3. Escucha y comparte, no intentes persuadir

Cuando compartes cómo te sientes sin presionar a tu pareja para que esté de acuerdo, “creas un lugar dentro de la relación para un diálogo saludable que permite compartir de manera segura dentro de la relación.

4. Intenta llevar un diario

Si tú y tu pareja están discutiendo de un lado a otro y no pueden llegar al tema central de lo que realmente está mal, puede ser útil tomarse un momento y escribir en un diario sentimientos, pensamientos, acciones, comportamientos o cualquier otra cosa que condujo a este momento de desacuerdo.

Se puede discutir sin faltas de respeto, incluso se puede gritar en un momento de tensión sin faltar al respeto. (Foto: Archivo).

5. Intenta permanecer en el presente

A veces, el problema por el que estás molesto puede recordarte otro conflicto pasado, pero esto no siempre significa que debas mencionarlo. Si nunca antes has abordado el problema anterior, puede ser importante que expliques cómo se siente. No obstante, “si tu pareja se disculpó por sus errores, entonces no es saludable sacar a relucir los desacuerdos del pasado.

6. Tómate un descanso si lo necesitas

Algunas señales de que puedes ser demasiado emocional o estar a la defensiva son cuando empiezas a hablar más fuerte, cuando intentas controlar la conversación a través de palabras o comportamientos, como interrumpir a tu pareja o alejarte, cuando te cierras te quedas callado, no hablas con la verdad o dices la verdad de manera dura sin compasión por tu pareja. Bueno, cuando descubres que tú o tu pareja caen en estos patrones, puede ser mejor tomar un descanso y volver a la conversación más tarde.

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