Por qué nos sale vello en la barbilla y en las orejas a medida que envejecemos

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Por lo general, que te brote un pelo extra no es nada preocupante. En parte, puede ser genético. Así si a tu madre, tu hermana o abuela les pasó lo mismo, es señal de que este tipo de vello es de familia. Por otro lado, si notas que a medida que cumples años te salen más pelos en lugares donde antes no había, tranquilidad, puede deberse a una mayor producción de andrógenos, las hormonas masculinas.

Por supuesto, todo el mundo tiene pelo en la barbilla, y esto es perfectamente normal ya que contamos con unos folículos vellosos que producen un cabello muy fino y diminuto de color claro que a menudo se conoce como “pelusa de melocotón”, sin color, de longitud corta y muy, muy fina que ocupa toda nuestra piel.

Pero debido a los cambios hormonales, más comunes e intensos en las mujeres durante la menopausia ya que empieza a disminuir el estrógeno y hay mayor producción de hormonas masculinas, no es extraño que empiecen a aparecer estos pelos indeseados.

Además, el aumento de la producción de la hormona andrógeno hace que estos folículos se agranden y comiencen a formar un “vello terminal”, que aparecerá en aquellas zonas dependientes de los ciclos hormonales, reemplazando el vello fino y casi invisible. Este es más largo, más grueso y más oscuro.

En muchas ocasiones no hay nada de qué preocuparse. El problema surge cuando notas que hay demasiado vello de este tipo (terminal), y no solo en tu rostro, sino también en el pecho, bajo abdomen, en el interior de las piernas o la espalda.

Si sospechas que este podría ser tu caso, fíjate en aquellas zonas en las que no suele haber un crecimiento excesivo de vello (en mujeres) como el labio superior, las patillas, el cuello, las areolas mamarias, el tórax, el área inmediatamente superior o inferior al ombligo (o a lo largo de la línea alba), así como en ingles, muslos, espalda, según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Entonces deberías consultarlo con tu médico.

Este tipo de crecimiento capilar excesivo, llamado ‘hirsutismo‘, puede ser genético o un efecto secundario de ciertos fármacos (sobre todo algunas píldoras contraceptivas orales y los corticoides), y también puede ser el resultado de un trastorno orgánico o funcional que debe de ser estudiado en profundidad antes de establecer un tratamiento.

En este sentido, es importante no confundir el hirsutismo con hipertricosis que, según explica el doctor Manuel Ginarte, dermatólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología) es “el pelo fino (puede ser de color oscuro) en otras áreas. Esta diferencia es fundamental, pues la hipertricosis es un hecho fisiológico en la inmensa mayoría de los casos, mientras que el hirsutismo puede asociarse a enfermedades muy diversas.”

Por ejemplo, el hirsutismo puede ser síntoma de una condición médica que requiere tratamiento: el síndrome de ovario poliquístico.

Este trastorno endocrino se caracteriza por ausencia de ovulación, lo que a largo plazo provoca irregularidades menstruales, niveles altos de andrógenos, uno de cuyos síntomas es el exceso de vello facial o corporal , y por la aparición de quistes en los ovarios que no son dañinos pero también conducirían a nuevos desequilibrios hormonales, causando cambios no deseados en la apariencia como los pelos en la barbilla.

Además, las mujeres con este síndrome y otras afecciones hormonales que causan el crecimiento de vello indeseado también pueden tener:

  • Acné.
  • Aumento de grasa en el cabello o seborrea.
  • Problemas con los periodos menstruales o incluso ausencia de menstruación o amenorrea e incluso infertilidad.
  • También puede producirse caída de cabello o alopecia de tipo androgénico, que es igualmente un signo de alteración hormonal marcada
  • Problemas para perder peso.
  • Diabetes.

Normalmente el hirsutismo se desarrolla de una manera lenta y progresiva, pero en otros casos aparece de forma súbita y brusca siendo importante que los pacientes sean evaluados rápidamente por su médico especialista.

Si estos síntomas o condiciones coinciden con el crecimiento de vello excesivo y aparecen de manera repentina, es posible que se deba a la existencia de un tumor que segregue hormonas masculinas, tal y como recoge la enciclopedia médica Medlineplus. Por eso, en estos casos, no conviene dejar pasar el tiempo ni retrasar la consulta médica.

En el caso de los hombres, también cuando van cumpliendo años, esos pelos extra suelen brotar de las orejas, de dentro de la nariz y hasta de las cejas. Esta nueva frondosidad está relacionada con la testosterona, ya que los folículos pilosos de las orejas (y nariz) se vuelven más sensibles a esta hormona masculina y esto provoca que aumente el vello.

Es un proceso similar al que ocurre en la pubertad y durante la adolescencia, solo que en ese caso el vello aparece en la zona genital, en el pecho y en la barba. Pues bien, con la llegada de la vejez se produce una especie de ‘reactivación’ de este proceso, que esta vez afecta más a orejas y nariz. Algunos hombres, además, presentan un exceso de vello terminal en zonas como la espalda, el cuello o el pecho.

No obstante, hay que aclarar que no solo las hormonas son responsables de la aparición del vello indeseado, ya que también es frecuente en pacientes con resistencia a la insulina o prediabetes.

De hecho, el Dr. Ginarte recuerda que el hirsutismo puede estar producido por diversas alteraciones hormonales, no sólo de los ovarios, sino también de otras glándulas como las suprarrenales o la hipófisis e incluso tumores (afortunadamente causa poco frecuente).

Enfermedades del hígado, algunos medicamentos o simplemente una sensibilidad excesiva a las hormonas masculinas que toda mujer produce en condiciones normales pueden ser causa de hirsutismo. Por ello, si desconocemos el origen de este vello facial o del hirsutismo en general, lo mejor es que acudamos a un dermatólogo, pues como médico propondrá los estudios necesarios para establecer la causa y el tratamiento más adecuado.

“Si los pelos se deben a ovario poliquístico, a un tumor que secrete andrógenos, a un desorden hormonal o a un aumento en la insulina, es fundamental tratar la causa antes de pensar en tratamientos láser”, señalan desde la AEDV.

Para realizar un diagnóstoco correcto el dermatólogo tendrá en cuenta factores como el ciclo y periodicidad de las menstruaciones, la edad de comienzo del hirsutismo, su forma de desarrollo, si alguien más en la familia ha tenido este mismo problema o si asocia acné, caída del cabello o seborrea. También deberá explorar minuciosamente para determinar el grado de hirsutismo que padece. Para ello, utilizan una escala (Escala de Ferriman-Gallwey) en la que evaluan la severidad en cuatro grados según la localización del exceso de vello.

Otros parámetros que observaran son la presencia de hipertensión, secreción de leche a través de los pezones), cambio del tono de la voz y atrofia de las mamas. Para concluir el estudio, se suele realizar una analítica con estudio hormonal y, en función de la sospecha médica, puede ser necesaria la realización de otras pruebas complementarias de imagen más específicas.

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