Sonia Gallyamova relató a El Heraldo Digital su periplo desde la prisión hasta un país ajeno donde encontró amigos en los rivales de Vladimir Putin
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El próximo viernes 24 de febrero, Día de la Bandera en México, se cumple un año del inicio de lo que en un comienzo se denominó como la invasión de Rusia a Ucrania y que solo horas después fue considerada como una guerra abierta contra la más grande democracia europea, ya que debido a su tamaño (603,700 km²) es el país más extenso del continente.
Durante la madrugada de aquel jueves (noche de miércoles en México) las fuerzas armadas de la Federación Rusa comenzaron a desplegarse en territorio de Ucrania, lo que dio inicio a una confrontación bélica que se ha extendido en el transcurso de un año. A lo largo de estos 12 meses más del 45% de la población habría dejado abruptamente Ucrania a causa de la violencia de la guerra, de acuerdo con datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
18.6 millones de refugiados ucranianos han salido de su país
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha cifrado en más de 18.6 millones el total de refugiados ucranianos que han huido de la guerra en su país hasta inicios del mes de febrero de 2023, siendo Polonia, Rusia y Hungría los principales países en donde las personas han buscado refugio y asilo.
Si bien México no figura como uno de los principales países a donde se han exiliado los ucranianos, cabe destacar que decenas de ciudadanos provenientes de Ucrania llegaron “de paso” a México para solicitar asilo en Estados Unidos, a estas alturas muchos de ellos ya residen en el país vecino del norte mientras que otros más han decidido quedarse un tiempo más hasta determinar qué destino tomar.
La diáspora ucraniana hace escuchar su voz en México
Es en la explanada del Altar a la Patria, el gigantesco monumento ubicado en la primera sección del Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México, en donde cada domingo desde hace meses algunos miembros de la diáspora ucraniana en México se reúnen para manifestarse contra la invasión rusa a su país.
Quizá no suman más de 20 personas, sin contar aquellos mexicanos que los han apoyado durante este tiempo y que los acompañan en su manifestación, pero cada domingo, con banderas azules y amarillas (los colores de si país) alzan la voz ante los miles de visitantes que apresurados recorren este espacio ubicado en la zona poniente de la capital mexicana.
Se les ve sostener sus banderas al tiempo que extienden su mano a los transeúntes y les obsequian volantes con información acerca de su postura política ante el conflicto bélico. En el papel también viene la información necesaria para contactarlos en caso que alguien requiera también su apoyo. Sin faltar un solo domingo, cada semana se reúnen para compartir con los mexicanos sus historias y también para protestar abiertamente contra el gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin.
Sonia huyó de Rusia y se instaló en México
Sonia Gallyamova, una joven de 28 años de complexión delgada y ojos azul intensos, permanece de pie junto a los ciudadanos ucranianos que se manifiestan a los pies de las escaleras, justo frente al Altar a la Patria. Esta concediendo entrevistas a diversas personas que han acudido este domingo para preguntarles sobre su travesía y conocer un poco más acerca de lo que han vivido a lo largo de 12 meses de conflicto bélico.
Ella, a diferencia de las demás personas que nos rodean, no es de Ucrania, es una ciudadana rusa que llegó a México hace algunos meses luego de cruzar medio planeta huyendo de su país tras ser encarcelada por manifestarse abiertamente, junto a otros amigos suyos, contra la invasión de Rusia al país vecino.
En entrevista con El Heraldo Digital, Sonia aseguró que desde hace unos 3 años había participado en diversas manifestaciones públicas en Rusia, sin embargo, una vez que comenzó la guerra entre Ucrania y Rusia fue distinto, ya que el Gobierno de su país comenzó a reprimir de manera contundente, y castigar cualquier apoyo abierto por parte de los ciudadanos a Ucrania.
Fue encarcelada por apoyar abiertamente a Ucrania
Esto no impidió que la joven saliera a las calles de Moscú, la ciudad en la que vivía, a demostrar su respaldo al Gobierno de Kyev, sin embargo, en esa ocasión fue arrestada junto a otras personas y encarcelada durante varios días: “Eran menos manifestantes que policías. Los policías fueron muchísimos, tomaron a la gente, nos llevaron a la prisión, nos multaron y encarcelaron”, recordó la joven.
Las protestas se volvieron más frecuentes, así como el número de arrestos en toda Rusia, lo que detonó el temor de las personas a las represalias. Esto provocó que cada vez fueran menos quienes salían a las calles a mostrar su inconformidad ante la guerra iniciada por el presidente Vladimir Putin.
Sonia Gallyamova fue llevada a prisión y le impusieron pagar una multa para que la dejaran en libertad: “No pagué porque ese dinero pasaría al Ejército Ruso,” contó. Tiempo después salió de prisión, no sin antes ser advertida por la policía de su país que de reincidir y ser arrestada de nueva cuenta, pasaría un largo periodo tras las rejas. “Yo tenía que firmar una carta en la que aseguraba que de llegar a una manifestación una vez más la llevarían a prisión por un largo tiempo. Por eso decidí salirme del país,” explicó.
Sonia viaja a Turquía y se une a los exiliados ucranianos
Esta amenaza latente motivó a Sonia abandonar su país. “Tuve mucho miedo de realizar manifestaciones en Rusia y decidí que era mejor hacer algo en otros países en donde se puede decir la verdad”, relató. Fue el 9 de marzo de 2022 cuando decidió irse por un tiempo y dejar atrás su vida, sus amistades, su familia y también su trabajo.
En Moscú, la joven se desenvolvía en el área de espectáculos y trabajaba como directora de películas, así como en teatro, compartió. Finalmente, Sonia salió de su país el 9 de marzo de 2022 con destino a Turquía, uno de los numerosos países que acogieron a cientos, miles e incluso millones, de exiliados y refugiados ucranianos.
Sonia se instaló en Estambul e hizo de un hostal su hogar: “Hasta ahí llegaron a hospedarse muchos rusos y ucranianos, y en ese último año encontré a varios amigos ucranianos con los que sigo manteniendo una cálida relación”, comentó. Vivió ahí algunos meses pero regresó a Rusia porque necesitaba hacerse una cirugía y le comentaron que ahí era más barato. Fue entonces que decidió regresar.
“Putin es un loco, parecido a Hitler”
Tiempo después Sonia volvió a salir de Rusia, ahora con destino a México, un país que le ha agradado mucho y al que se ha adaptado muy rápidamente; por el momento no tiene trabajo, pero vive de sus ahorros, aseguró a El Heraldo Digital. La joven confesó que si bien no ha decidido si con el tiempo se irá a otro país, como Estados Unidos, continúa instalada aquí porque le gusta México, además que aquí puede decir lo que piensa en total libertad y sin temor a represalias.
“Descubrí que no podía vivir en un país en donde no puede decir nada, quiero vivir en un país libre en donde pueda decir todo lo que desee. Por eso estoy esperando que en mi país, en unos 10 años, Putin caiga y pueda ir todo bien en Rusia“, destacó esperanzada.
Al ser cuestionada sobre lo que piensa acerca del destino que ha tomado la guerra a un año de haber iniciado, Sonia declaró que todos ven este conflicto en blanco y negro, además que comparó a Putin con Adolfo Hitler: “Todo lo que está pasando en Rusia se ve como blanco y negro (ante los ojos de los demás) y todos creen que pueden opinar. Con lógica entiendes lo que está pasando, que Putin es un loco, que él parece como un Hitler”.
Sonia aseguró que a diferencia de sus compatriotas los ucranianos no suelen ser radicales: “En el último año, al vivir en diferentes países, en diferentes lugares, conocí muchos ucranianos y ellos, al contrario de los rusos, no son radicales. La gente buena es mucho más en el mundo que los malos,” aseguró.
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