Que AMLO dialogue con criminales y les pida que le “bajen” a la violencia: Obispo de Chilpancingo

El obispo González Hernández le pide a López Obrador abrir un diálogo con los grupos criminales, como él mismo lo planea hacer con los cárteles del narcotráfico que operan en Guerrero.

proceso.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO (apro).—El nuevo obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, José de Jesús González Hernández, le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que emprenda un diálogo con los grupos criminales, con el objetivo de disminuir la violencia en el país.

Al concluir una misa que ofició en Chilapa, el obispo declaró a los medios locales que lo mínimo que esperaría de López Obrador es que le dijera a los grupos criminales “que le bajen” a los homicidios que están cometiendo.

“Mínimo, lo que yo me esperaría del presidente es que les diga: ´Bájenle, que no haya más muertes´”, declaró González Hernández.

Estas declaraciones del prelado se dan luego de que López Obrador afirmó que se debe proteger la vida de los criminales, a raíz de que un grupo de civiles –presuntos miembros de la delincuencia organizada—persiguió la semana pasada a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en Nueva Italia, Michoacán. Y el mandatario justificó de esta manera el hecho de que los militares no hayan encarado a sus agresores.

En tres de sus conferencias mañaneras López Obrador ha recalcado que estuvo bien la actitud tomada por el Ejército.

Dijo, por ejemplo:

“Me llamó la atención de que intelectuales o profesionales supuestamente progresistas me cuestionaran (…) ¿cómo vamos a querer que alguien pierda la vida? ¿cómo vamos a estar a favor de la ley del talión, de que al que a hierro mata a hierro muere y el diente por diente y el ojo por ojo? Si a esas vamos nos vamos a quedar chimuelos o tuertos todos”.

Ahora, el obispo González Hernández le pide a López Obrador abrir un diálogo con los grupos criminales, como él mismo lo planea hacer con los cárteles del narcotráfico que operan en Guerrero, según le adelantó a la revista Proceso a principios de marzo pasado, poco antes de asumir el cargo como titular de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa.

El obispo dijo que la orden de los franciscanos, a la que pertenece, tiene como una de sus principales objetivos dialogar con todo delincuente –el “hermano lobo”—para convertirlo y hacerlo que deje de matar (Proceso 2366).

El anterior titular de esa diócesis, el obispo Salvador Rangel, también franciscano, fue quien inició el diálogo con los narcotraficantes de la zona, lo cual provocó mucha polémica. Y ahora González Hernández continuará en esta misma línea.

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