En menos de cuatro horas, la señora Luisa Carreño ha vendido casi 50 cachitos para la rifa “del avión presidencial”, algo que en sus 50 años de billetera rara ves ha visto.
“Llegó una persona de Estados Unidos y se llevó siete cachitos, otra llevó nueve. Lo que pasa que, como es novedad, sí se está vendiendo, aunque es caro pues cuesta 500 pesos cada uno”, dice a El Heraldo de México.
La señora es una de las privilegiadas que ya tienen a la venta billetes para la rifa que organiza el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su pequeño local puso un letrero que dice “sorteo del avión, $500”.
Su puesto está justo a un costado del edificio de la Lotería Nacional y es de los pocos sobre Paseo de la Reforma que cuenta con billetes.
“Todo mundo viene y pregunta sobre el sorteo del avión, pero les hacemos la aclaración que no se rifará el avión del Presidente, sino que son 100 premios de 20 millones de pesos”, explica con una sonrisa y dos series de billetes en sus manos.
Doña Luisa afirma que para los billeteros este sorteo es histórico porque no había tanta efervescencia. La última vez que vio algo semejante fue para el sorteo del Milenio en el año 2000, cuando el boleto costó también 500 pesos, pero al final se vendieron pocos.
La señora no duda en que se quedará con uno de los cachitos que al final, antes de la rifa del 15 de septiembre, no venda porque “imagínese son 20 millones de pesos, un poquito de suerte y me lo gano”.
Justo frente a la Lotería Nacional otro de los puestos tiene pocos billetes, en menos de 20 minutos llegan cinco personas a preguntar, tres de ellos se llevan hasta cuatro boletos cada uno.
Algunos billeteros consultados indicaron que todavía no tienen en existencia boletos de la rifa del avión presidencial porque esta vez no hubo crédito que los respaldara para adquirirlos; por el contrario tenían que desembolsar de inmediato, algo que pocos pueden hacer.
En tanto, la señora Paz tuvo que desembolsar el 10 mil pesos para comprar 20 cachitos para el sorteo del valor del avión presidencial y poderlos ofrecer a sus clientes en su puesto de billetes de lotería en la esquina de Venustiano Carranza e Isabel la Católica en el Centro Histórico.
Su esposo los adquirió directamente en la Lotería Nacional porque no es un sorteo habitual, ni por los premios ni por el precio del boleto, tampoco porque no hay devoluciones, en caso de que no se venda un cachito, el expendedor tiene que asumir el costo.
“Apenas se dio el banderazo y apenas lo estamos empezando a vender, el viernes no lo prohibieron vender, lo malo de ahí es que nosotros tenemos que invertir en él (boleto), si para mi darme 20 fracciones que tiene la planilla invertí 10 mil pesos, y ahorita ya vendí 14 secciones y se empezó a vender desde las 8 de la mañana”, relató.
Consideró que “falta información, me dicen ‘oye pero el avión…’ no, no se está rifando el avión, se están rifando 20 millones por un pedacito que usted llegue a sacar, no va a haber reintegros, no va a haber premios, nada más va a haber 20 millones en 100 billetes”.
“Ya vendí dos veces el premio mayor aquí, hace siete años vendí 25 millones y hace cuatro años siete millones y medio”, reveló.
Por otra parte, Rafael Ruiz, habitante del Estado de México, dijo que: “Lo compré por ayudar en primer lugar y también, qué tal que la suerte me sonríe”, dijo Rafael Ruiz, habitante del Estado de México, quien compró un cachito para la rifa del avión presidencial.
Rafael compró su boleto en el kiosko de la lotería en el metro Chabacano, donde trabaja Minerva Morales, con 22 años en ese negocio.
“Me llegaron 25 y solo quedan 11. Un joven quiere 10 cachitos para mañana, ya estoy pidiendo más pero me dicen que no han llegado más. La gente está preguntando mucho, hubo un cliente que se llevó 5″, relató Minerva.
Cada boleto cuesta 500 pesos, por lo que es más caro que los sorteos mayor o magno, que cuestan entre 30 y 120 pesos el cachito.
“Esperemos que el sorteo sea cierto porque si no la gente se le va a voltear (al presidente). Espero que no sea un fraude porque si no, van a desilusionar a la gente”, añadió Minerva.
El avión presidencial ya no se rifará como tal, sino que habrá 100 premios de 20 millones de pesos, lo que equivale al valor de la nave.
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