Sobreextracción propicia sismos

*La explotación del líquido que se hace en más de 800 pozos ha provocado que el suelo en la Ciudad de México sea más rígido…

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CIUDAD DE MÉXICO.

La sobreexplotación de los mantos acuíferos de la Ciudad de México está directamente vinculado con el aumento de los daños provocados por los sismos, afirmaron especialistas.

La extracción de agua por medio de más de 800 pozos, algunos ya perforados a unos dos mil metros de profundidad, ha provocado que el suelo se vuelva más rígido.

Y también susceptible a las vibraciones ocasionadas por los temblores con origen cercano como el del 19 de septiembre de 2017.

Esto que ocurrió en la ciudad y, particularmente en Iztapalapa, está tremendamente vinculado al tipo de sismo, un sismo cercano, pero también está muy vinculado a los efectos de la extracción y la sobreexplotación de acuíferos que ha tenido en la ciudad”, dijo Luis Eduardo Pérez-Ortiz Cancino, director de Protección Civil de Iztapalapa y exfuncionario del Consejo Nacional para Prevenir Desastres.

Un comparativo de los terremotos del 19-S de 1985 y de 2017 realizado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM muestra un aumento exponencial en la aceleración de las vibraciones por el sismo.

Por lo que la zona susceptible a daños aumentó y ocasionó afectaciones a más de 20 mil 200 inmuebles en la delegación Iztapalapa.

Los daños principales fueron en viviendas de entre uno y tres pisos.

Además, 800 rupturas de tuberías de agua potable.

Los especialistas indicaron que la extracción de agua también está provocando más y mayores hundimientos principalmente en suelos de transición con el de la zona oriente de la ciudad.

Lo que pasa cuando extraemos más agua que la que se debe de infiltrar, los poros se empiezan a compactar y nos empezamos a hundir paulatinamente”, señaló Agustín Felipe Breña Puyol, investigador del Departamento de Ingeniería de Procesos Hidráulicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Pérez-Ortiz Cancino urgió a considerar estos nuevos parámetros para modificar el Reglamento de Construcciones de la Ciudad de México, pues hasta ahora estas nuevas conductas del subsuelo capitalino no están contempladas en los requerimientos para erigir inmuebles.

Necesitamos entender que son un solo problema, los daños del sismo del 19 de septiembre del 2017, en gran medida se debieron a un mal manejo del agua en la ciudad”, consideró.