“Yalitza Aparicio quedó en Roma por su forma de entender las emociones”

Tiene gran capacidad de adentrarse en cada situación, de crearla y vivirla: Luis Rosales

jornada.com.mx

Fueron alrededor de nueve meses los que requirió Luis Rosales para hallar a la intérprete de Cleo, nana de Alfonso Cuarón en Roma.

La mirada y energía de Yalitza Aparicio se sobrepusieron en cada etapa a las tres mil mujeres que buscaron protagonizar la historia familiar del cineasta mexicano.

El ensamble de personajes que nutren la trama biográfica de Cuarón, así como todos los que aparecen en la cinta, llevó un proceso de selección de dos años para que Rosales los presentara al realizador, aún sin conocer el guion.

El director de casting señaló a La Jornada: mis únicas herramientas fueron mi ojo y mi cámara.

Rosales explicó: siempre tuve mucha libertad creativa y lo que hice fue diseñar un plan de búsqueda entre actores profesionales y nuevos talentos en Ciudad de México, Guadalajara, Tijuana o Monterrey. Todo mundo audicionó. Recorrí parques, hospitales, escuelas de artes marciales, primarias, secundarias… Los viajes también fueron a Chiapas, Veracruz y Oaxaca para hacer las audiciones y mostrar a los actores que podrían dar con el perfil de los personajes reales. El más complicado, para mí, fue el de quién haría el papel del señor Antonio, el padre de la familia, que de hecho lo encontró Cuarón.

Entrevistas y pruebas

En el caso de Aparicio para encarnar a Cleo el proceso no fue tan mágico, como se piensa; fue muy tardado, cerca de nueve meses, en los que pasó por filtros y más filtros, además de varias entrevistas y ejercicios basados en trabajo actoral y en la energía de la interpretación.

En Tlaxiaco, Oaxaca, recordó Rosales, la convocatoria fue difundida mediante pósters y volantes. Un maestro de la Casa de Cultura de esa comunidad nos ayudó a pasar la voz y nos prestó un espacio. Él fue quien invitó a la hermana de Yalitza, que es cantante y todos la conocen en el pueblo.

Ese día llegaron cerca de 60 mujeres, incluidas Yalitza y su hermana, quien estaba embarazada y desistió de hacer la entrevista. A partir de entonces, Yalitza fue pasando todos los filtros. En realidad, ella siempre se sintió con energía. Su mirada fue muy importante.

Conforme pasaba los filtros “me daba cuenta de la gran capacidad histriónica, la forma en cómo se para en el espacio y la manera de imaginar y adentrarse en cada situación, de crearla y vivirla, así como la capacidad de repetir e interpretar: es una gran actriz con sensibilidad y entendimiento de las emociones.

“El trabajo que hace ella y todo el ensamble que integra la familia, como los niños, la abuela, la mamá Sofía (Marina de Tavira), Fermín (Jorge Antonio Guerrero), así como los personajes de la fiesta, los doctores, todos hicieron casting y realizaron un trabajo espectacular, bajo la guía de Alfonso Cuarón”. Nada fue sencillo, agregó el director de casting, quien empezó a trabajar con el cineasta en enero de 2016.

A partir de entonces, el trabajo se multiplicó para Rosales, quien también hizo el casting de La Casa de las Flores y Luis Miguel, la serie. En esta última, también se quedó con el papel del Cadete Tello, Jorge Antonio Guerrero, el famoso Fermín de Roma.

Haber trabajado sin guion y desde cero fue para el creativo un reto puesto que lo único que pedía Cuarón “era que los actores –ya fueran profesionales o sin preparación en talleres actorales, con trayectoria o sin ella– debían tener la energía y la sensibilidad de las personas reales en que estaban basados los personajes”.

Así fue que las únicas herramientas que tuve fueron la memoria y los recuerdos de la infancia de Alfonso, mi cámara y mis ojos para poder traducir y presentar las opciones al realizador.

En realidad, puntualizó Rosales, fue un proceso con mucha libertad creativa, lleno de amor, de respeto y de observar la pasión que tiene Cuarón por hacer cine; es un artista y un creador que me transmitió esa pasión.

Ahora, con infinidad de trabajo y viajes, de un lugar a otro, Luis Rosales, quien estará esta semana en Los Ángeles y desconoce si asistirá a la ceremonia de los Óscares, aceptó: “luego de Roma, siento que mi ojo como director de casting o mi sensibilidad se ha desarrollado. Me siento enriquecido tras esa experiencia y muy agradecido con Alfonso y con los productores. Ahora sé que puedo y no tengo miedo de hacer un proyecto grande”.

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