En 2018, el ahora más grande artista del reguetón vino al estadio de Beisbol para dar una fecha del Nueva Religión World Tour II
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El mundo de los conciertos es bastante divertido para todos los que van a disfrutar de su artista favorito; incluso llega a ser melancólico si es que significa un poco más que simple música para ti; sin embargo, llega a ser un verdadero dolor de cabeza para todos los productores y quienes contratan al artista.
Tal es el caso de lo que le ocurrió al productor Alex Tarin, quien se encarga de llevar talento nacional e internacional a Ciudad Juárez, entre ellos Bad Bunny, Nicky Jam, Enanitos Verdes, Hombres G, y muchos más que han aceptado presentarse en el terreno fronterizo.
Las exigencias de Bad Bunny para venir a Ciudad Juárez
Este experimentado empresario reveló que en ese entonces todavía no era uno de los más grandes fenómenos de la música, pero para entonces ya era un dolor de cabeza traerlo a México, pues viene con peticiones a cumplir que a veces parecen imposibles o sumamente caros.
Entre algunas de las anteriores, únicamente previo al concierto, fueron pagar un avión privado para el artistas y boletos de primera clase para todo su staff que son aproximadamente 35 personas, quienes deben tener un cuarto en un hotel de cinco estrellas, y también deben poner el transporte o logística de traslado. Fueron más de 5 mil dólares por el puro hotel.
En este sentido, agregó que la empresa responsable vigila cada mínimo detalle del concierto de Bad Bunny, pero son capaces de cancelar el concierto si falta un solo foco en la locación, o incluso si se enojan, se llevan la producción, lo que de entrada ya es un dolor de cabeza.
También señaló que nadie, ni siquiera el productor que los contrata, se pueden tomar una sola fotografía con el artista. Incluso las camareras del hotel donde se quedó tuvieron la idea de juntarse para recibirlo y tomarse una fotografía, pero en vez de eso, fueron enviadas a su casa temporalmente por estarlo esperando, y bajo amenaza de despedirlas por petición de los guaruras del puertorriqueño.
En cuanto al rider para Bad Bunny, se piden diversas cosas que parecen exageradas, pero no puede faltar una sola. Entre esas 75 cervezas Modelo, 50 aguas, dulces, snacks, carnes frías, botellas, bebida energética, y múltiples toallas para limpiarse el sudor, etcétera. Los números no por una o dos piezas, por lo que amenazaron con cancelar el show.
También le pidieron para Bad Bunny una camioneta blindada porque no se sentía seguro de moverse al evento en su camioneta Cadillac del año; sin embargo no pudieron conseguir una Cherokee de hace algunos años que estaba un poco sucia, e hicieron que los trabajadores del hotel la lavaran sin remuneración, sólo para perdonar el incidente con las camareras
En ese momento fueron solamente 120 mil dólares para traer a Bad Bunny, pero se agregan más de 200 mil pesos extra porque se gasta en la producción, en el avión privado, y otros aspectos que no ve la gente. Es decir, poco más de cinco millones de pesos aproximadamente.
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