Los poblanos demuestran que saben sacar provecho a las situaciones adversas a las que se enfrentan
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El Popocatépetl se puso bravo y empezó a tener una fuerte actividad en la cual lanzó ceniza en demasía, de inmediato cientos de personas se alertaron e imaginaron un escenario catastrófico de una posible erupción, pero para quienes viven cerca del volcán la vida no podía detenerse, tenía que seguir pese a todo. En Atlixco, demostraron que no solo son un Pueblo Mágico por sus paisajes y arquitectura, también por la actitud de su gente, que vieron en la situación una oportunidad de emprendimiento.
Así empezó la venta de ceniza, pues si de cualquier modo hay que recogerla para evitar que obstruya coladeras y cause otras afectaciones, pues que mejor que sacarle provecho y monetizar la labor. Así comenzó la venta, primero en redes sociales, luego en un local. La presentación es muy original, pues asemeja una edición especial de alguna revista, donde se puede leer una frase divertida, la cual se acompaña de un frasquito con material volcánico.

La plataforma Nmas entrevistó a las creadoras de la ceniza embotellada, quienes ya venden artesanías en un local de Atlixco, pero supieron aprovechar la situación ante la drástica caída del turismo -y de material volcánico- ellas dijeron que su idea fue muy bien recibida y han tenido bastantes ventas en pocos días.
Con frases como “Recuerdo de que en Atlixco por poquito y valen madre” o “Recuerdo de las entrañas del volcán Popocatépetl”, los frasquitos han sido comprados como eso, un recuerdito especial y diferente del momento que se está viviendo.