De ‘Benito’ a ‘Keiko’: Animales que también han vivido explotación y abandono en México

Al igual que la jirafa ‘Benito’, otros ejemplares también han enfrentado situaciones de maltrato y negligencia en el país.

elfinanciero.com.mx

Luego de una odisea de más de 30 horas de carretera, finalmente la jirafa ‘Benito’ llegó a su nuevo hogar en el Africam Safari de Puebla.

Activistas y organizaciones animalistas habían denunciado desde hace ocho meses las condiciones deplorables en las que vivía el gigante de 4,5 metros de altura en las instalaciones del Parque Central de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde permanecía instalado en un espacio minúsculo, sin protección para la lluvia o el frío y en condiciones climáticas adversas.

Al principio, la misión para salvar al animal tuvo sus complicaciones, especialmente tras una serie de resistencias por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quien se negaba a trasladar a la jirafa. Sin embargo, gracias a una intensa campaña, se logró un desenlace feliz para ‘Benito’.

Su historia no solo puso en evidencia que aún existen deficiencias en la política de protección animal en México, sino que también reveló la situación de otros ejemplares en el país que, al igual que ‘Benito’, enfrentan condiciones que ponen en riesgo su vida. Tal es el caso de la elefanta ‘Ely’.

De igual forma, la popularidad de ‘Benito’ recordó a otros emblemáticos animales, cuya historia también conmovió a todo el país. El ejemplo más memorable fue la liberación de la famosa ballena ‘Keiko’ a principios de los años 2000, luego de pasar más de 20 años en cautiverio.

Ely, ‘la elefanta más triste de México’

La historia de ‘Benito’ también reavivó el caso de ‘Ely’, una elefanta africana de 40 años que vive sola en el Zoológico de San Juan de Aragón, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.

‘Ely’ fue rescatada de un circo en 2012. Sin embargo, tiempo después, organizaciones animalistas denunciaron que se encontraba en abandono y en malas condiciones, sin posibilidad de convivir e interactuar con otros ejemplares de su especie.

En 2022, su caso se difundió ampliamente y fue bautizada como la ‘elefanta más triste de México’. La organización de abogados Va Por Sus Derechos, que ha representado a la elefanta desde hace meses, busca que sea trasladada a un santuario y no muera en soledad.

De acuerdo con Abriendo Jaulas y Abriendo Mentes, ‘Ely’ se enfrenta a condiciones de aislamiento y explotación en el Zoológico de San Juan de Aragón, además de que no forma parte de ningún programa de conservación en beneficio de su especie.

Keiko, ‘la estrella’ de Reino Aventura

‘Keiko’ no solo fue la protagonista de una de las cintas más taquilleras de la década de los 90 (Liberen a Willy), sino que también ha sido la única orca de la historia en ser liberada después de vivir en cautiverio.

La ballena macho fue capturada en la bahía de Klettsvik en Vestmannaeyjar, Islandia, cuando tenía apenas dos años, y posteriormente, fue vendida al acuario islandés de Saedyrasfnid, donde duró tres años.

Después, fue enviada al parque de Marineland en Ontario, Canadá, donde comenzaron a adiestrarla. Sin embargo, comenzó a tener problemas en la piel debido a la falta de movilidad y poco cuidado.

En 1985, los canadienses vendieron a ‘Keiko’ a Reino Aventura, el parque de diversiones que hoy es conocido como Six Flags. La orca era parte de los espectáculos, e incluso llegó a aparecer en telenovelas como Quinceañera (1987) y Azul (1996).

A inicios de los noventa, productores de Hollywood le propusieron a los dueños de Reino Aventura que la orca ya amaestrada participara en la película Liberen a Willy, misma que fue un éxito en taquilla y llegó a grabar dos secuelas en 1995 y 1997.

Pero con la fama, también llegó la presión social para dejar en libertad a ‘Keiko’, especialmente porque se descubrió que vivía en condiciones poco adecuadas.

Finalmente, tras múltiples peticiones de usuarios y asociaciones, Reino Aventura decidió donar a Keiko a la Fundación Liberen a Keiko-Willy, la cual liberó a ‘Keiko’ en julio de 2002 en las costas de Islandia. Sin embargo, esta decisión resultó ser fatal para el animal.

Pese a su rehabilitación, la orca no era apta para vivir en el mar, ser autosuficiente e incorporarse a alguna manada de su especie, ya que desde muy pequeña vivió en cautiverio y dependió de los humanos.

Tal y como lo predijeron algunos expertos, la liberación de ‘Keiko’ fracasó, por lo que regresó a la bahía de Taknes con sus cuidadores, donde permaneció hasta el momento de su muerteel 12 de diciembre de 2003.

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