En la orfandad, escuelas para discapacitados

Profesores se quejan de que no se les ha pagado desde hace unos meses; también reprochan la falta de insumos

excelsior.com.mx

CIUDAD DE MÉXICO.

Los Centros de Atención para Estudiantes con Discapacidad (CAED) fueron abandonados al nacer. Desde que fueron creados por el gobierno panista, en 2009, padecieron descuidos como: no entregarles regularmente recursos públicos para operar, retrasar hasta seis meses continuos los salarios de los maestros y ponerlos en marcha sin un plan de estudios adaptado a los alumnos con discapacidad auditiva, motriz, visual, sicosocial e intelectual.

El problema continuó en toda la administración priista y se volvió herencia para el nuevo gobierno, conflicto que hoy mantiene en la incertidumbre administrativa a los 300 CAED de todo el país y con ello vulnera laboralmente a mil 515 asesores, auxiliares y pone en riesgo la educación de 20 mil alumnos.

Los CAED pertenecen a la Dirección General de Bachillerato de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y operan bajo un sistema no escolarizado para personas con discapacidad, que contempla la certificación del bachillerato por evaluaciones parciales.

Problemática

Excélsior contactó a siete docentes y encargados de los Centros en cinco estados del país y comprobó que, sin conocerse entre ellos, coincidieron que reiteradamente les han atrasado los pagos en los últimos nueve años, en las mismas fechas y hasta por periodos de seis meses; al día de esta publicación, por ejemplo, se les adeudan los salarios de enero, febrero y lo que va de marzo.

Sin embargo, del 1 de diciembre a la fecha las protestas de las calles sobre todo contra la SEP se han hecho visibles en redes sociales, con usuarios que se identifican de Centros en varios estados y la mayoría seguidores en Twitter de la misma cuenta.

Los asesores con los que este diario habló son profesionistas con un mínimo de licenciatura en materias como sicología, medicina, comunicación, filosofía, biología y matemáticas, pero en la marcha se han capacitado para comunicarse con alumnos que no pueden escuchar, hablar o ver.

Sólo tutores

La SEP no reconoce a los maestros de los CAED como docentes, sino como asesores. Son contratados por honorarios, lo que significa que no reciben prestaciones ni seguro médico y perciben irregularmente lo equivalente al total de dos salarios mínimos mensuales, con lo que, además, tienen que pagar a un contador para declarar impuestos.

Sin contar con capacitación de la SEP, Pilar López aprendió lenguaje de señas “a lo salvaje, en el aula con los alumnos y con mis compañeros… mis alumnos me decían: tú nos enseñas física y matemáticas, nosotros te enseñamos lengua de señas”.

En promedio, cada CAED tiene una matrícula de entre 60 a 70 alumnos atendidos por entre cinco y siete profesores, auxiliares y encargados. En el CAED a su cargo en Nogales, Sonora, la maestra Gloria Larios tiene a 48 estudiantes.

Recursos

Roberto Antonio Cortés Cueto, auxiliar administrativo del CAED 4 en la Ciudad de México, retrató otro problema que enfrentan los centros, el retraso también de los recursos para comprar insumos, material y otros gastos de operación.

En los últimos tres años, los profesores han marchado y encarado a funcionarios, logrado reuniones con la SEP y la Secretaría de Hacienda bajo la administración del presidente Enrique Peña Nieto; hoy la dependencia encabezada por Esteban Moctezuma no los ha recibido.

Sin embargo, con la llegada del nuevo gobierno se volvieron a retrasar los pagos, incluso el salario de noviembre y diciembre, y la compensación navideña se la pagaron a mediados de enero.

Empero, mantienen esperanza que la SEP los reciba, e incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante su reciente gira en Campeche, mientras saludaba a la gente en un mitin, firmó una carta de profesores del CAED en la que le solicitaron audiencia.

Debido a fallas, los profesores informaron que desde septiembre pasado a la fecha el sistema para inscribir a alumnos y solicitar exámenes está totalmente paralizado, y lo están llevando de manera manual.

Juan Antonio Rodríguez, quien imparte clases de tecnología de información de la comunicación en un Centro de la Ciudad de México, retrata que los CAED tienen “un rezago también de las tecnologías”.

Otra coincidencia no menor entre los testimonios, es que desde el origen de los CAED los profesores han tenido que adecuar el material para los alumnos día con día.

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