Tributo a las periodistas asesinadas en México

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la muestra “Hilos de justicia”, que forma parte del proyecto The Patchwork Healing Blanket/La Manta de la Curación, se exhibe hasta el 26 de mayo en el Centro Cultural El Nigromante, en San Miguel de Allende, Guanajuato.

proceso.com.mx

OAXACA, Oax. (apro).- Fue como un parto con dolor. Es una especie de sanación interna. Fue estar como en una hoja en blanco. Queríamos honrar a las compañeras periodistas. Hablábamos con ellas. Les pedíamos permiso. Nos acostumbramos a ellas a tal grado que cuando dejamos las piezas en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo sentí feo porque hacía frío. Fue una convivencia con demasiada violencia. Significa no olvidarlas.

Así sintetizaron las periodistas Paulina Ríos, Nadia Altamirano Díaz, Diana Manzo, Soledad Jarquín Edgar, Citlalli López, Lisbeth Mejía Reyes y Rocío Flores, así como la escritora y poeta Tamara León, el proyecto colectivo de la Red de Mujeres Periodistas de Oaxaca (RedMPO), “Hilos de justicia”, con la que honran la vida de mujeres que se dedicaban al periodismo y fueron asesinadas.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, la muestra “Hilos de justicia”, que forma parte del proyecto The Patchwork Healing Blanket/La Manta de la Curación, iniciativa de la artista y curadora Marietta Bernstorff,  que busca procesar a través del arte las heridas sociales y personales provocadas por la violencia hacia las mujeres, la niñez y el medio ambiente, se exhibe hasta el 26 de mayo en el Centro Cultural El Nigromante, en San Miguel de Allende, Guanajuato, y posteriormente se presentará en el museo de San Ildefonso en la Ciudad de México.

En el texto de sala se resalta que La Manta de Curación es un proyecto colectivo en el que se unen los esfuerzos de mujeres de México y otras partes del mundo para gritar “¡Ya basta!”, ante la falta de respeto a sus cuerpos, sus vidas y su entorno natural.

Las integrantes de la RedMPO realizaron obras de foto-bordado que plasma los rostros de diez mujeres periodistas asesinadas en México.

Cada una de las mantas fue intervenida con bordados hechos por las periodistas durante nueve meses, como una forma de rendir tributo y dignificar a sus colegas que dieron la vida al ejercer uno de los oficios más peligrosos en México.

“Por eso decidimos utilizar otro lenguaje, y desde el silencio o el miedo, desde el enojo o la empatía, pero siempre con respeto y cariño, bordar para visibilizar nuevamente ese México del que no todos quieren hablar”, expresaron conjuntamente.

Y explicaron que “la intención de hilvanar hilos y tejerlos en una manta dibujada con el rostro de las periodistas asesinadas en México tuvo la intención de visibilizarlas, para exigir justicia bajo la propuesta de la iniciativa”.

Esta propuesta tuvo como sede el Centro ecológico Milpa urbana, ubicado en la ciudad de Oaxaca.

En México han sido asesinadas 22 mujeres, comunicadoras y periodistas. En esta muestra sólo están los rostros de: Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino (Radio Copala, 7 de abril de 2008, Oaxaca), Selene Hernández León (Nuestro Tiempo, 27 de octubre de 2010, Estado de México), Yolanda Ordaz de la Cruz (Notiver, 27 de julio de 2011, Veracruz), y Regina Martínez López (Proceso, 28 de abril de 2012, Veracruz).

También de Anabel Flores Salazar (Sol de Orizaba, 8 de febrero de 2016, Veracruz), Miroslava Breach (La Jornada, 23 de marzo de 2017, Chihuahua), María del Sol Cruz Jarquín (fotoperiodista, 2 de junio de 2018, Oaxaca), Norma Sarabia Garduza (Tabasco Hoy, 11 de junio de 2019, Tabasco), y María Elena Ferral (Diario de Xalapa y Quinto Poder, 30 de marzo de 2020, Veracruz).

Regina Martínez

A la escritora Tamara León le tocó bordar el rostro de la corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, quien fue asesinada en Xalapa. Su cuerpo fue encontrado el 28 de abril de 2012. Los autores son el crimen organizado y el gobierno de Veracruz en ese momento.

Regina Martínez, bordada por Tamara León. 

La también poeta comentó que “bordar su manta ha sido una experiencia única, porque así como se tiene miedo a la hoja en blanco cuando se escribe, tenía miedo a la manta, pero Regina me miró y nos unió un hilo de colores con el que ayudo a denunciar su asesinato y aporto un poco para que su memoria permanezca”.

Describió:

“El norte abrió la puerta y entraron. Miedo, terror, furia en tus ojos. Te llevaron al baño, Regina. Se paró el Tiempo. Golpes en la cara. Dolor. Tu preciosa sangre iluminó azulejos, llaves, el espejo. De tu boca ningún sonido más, unas manos, parecidas a otras manos, la cerraron. El pequeño cuerpo de Regina se ahogó. Lo asfixiaron esas manos. Silencio, silencio puro desde el día de tu muerte Regina”.

Explicó que “cuando conocí el suceso de Regina me impactó mucho y traté de seguir este caso. Después de muchos años me ha acompañado y la he acompañado porque me interesó mucho las cosas que hacía y cómo la mataron. Participé en un concurso en Inglaterra y escribí un poema sobre su muerte, y es el que pongo aquí en letras del tipo de noticia de un periódico. Teníamos mucho miedo, como estar frente a la hoja en blanco, estar frente a una manta en blanco. Es una especie de sanación interna, es un resultado excepcional”.

Miroslava Breach

Debajo de cada una de las mantas, tejidos con hilo de seda –donde cada una plasmó su sentir, su dolor, sus risas y su alegría, así como su admiración–, van expuestas también palabras que cada una de las periodistas escribió en torno a bordar sobre su compañera.

Paulina Ríos, directora del portal Página3.mx de Oaxaca, bordó el rostro de quien fuera la corresponsal de La Jornada. Colaboradora de El Norte de Chihuahua y directora editorial de El Norte de Cd. Juárez, sintetizó así su sentir: “Parimos porque nos costó mucho trabajo. Fue un parto con dolor”.

Paulina Ríos, directora del portal Página3.mx de Oaxaca, bordó el rostro de Miroslava Breach.

En la inauguración en el Álvarez Bravo, explicó:

“Queríamos honrar a las compañeras asesinadas de una manera digna, amorosa, que las personas que vieran las mantas pudieran ver una cara alegre, con amor, pero que sepan que hay injusticia todavía con ellas.

“Miroslava defendía los derechos de los pueblos indígenas de Chihuahua y buscaba exponer todo lo que vivían. Al estar frente a la manta fue como estar en una hoja en blanco, como hacer un reportaje viendo qué le quedaba mejor. Le fui haciendo los ojos y las cejas con pintura, las pestañas las bordé y decidí bordar su pelo de morado porque es el color que utilizan las mujeres contra la violencia, y ella exponía los casos de las muertas de Juárez, de las indígenas.

“Internamente, le decía, ‘espero que te guste’, mientras le ponía artesanías de las mujeres tarahumaras. Decidí ponerle su nombre en letras doradas, como se ponen los de personajes ilustres, por ser una mujer valiente. Y quise ponerle la máquina de escribir como herramienta clave, con una hoja en blanco, con una cruz con su fecha de nacimiento y de su muerte. Y una nota que siento que fue la que detonó su asesinato, porque dice ‘Infiltra el narco a gobiernos municipales de Chihuahua’, y un mes después la asesinan, y para no poner esa sangre bordé un hilo rojo que la uniera a la maquina”.

Yolanda Ordaz

A Diana Manzo, directora de Istmo Press y corresponsal de Carmen Aristegui Noticias, le tocó bordar el rostro de Yolanda Ordaz de la Cruz, una periodista de origen zapoteca de Unión Hidalgo, Oaxaca, quien fue reportera policiaca del diario Notiver y el 27 de julio del 2011 fue hallada sin vida, tras varios días de estar desaparecida:

“Hilvanar hilos y bordarlos en su rostro representó un diálogo constante y fue liberador para mí”.

Norma Sarabia

Nadia Altamirano, periodista del Diario Noticias y conductora del noticiario de la Corporación de Radio y Televisión de Oaxaca, bordó el rostro de Norma Sarabia Garduza, quien cubrió la nota roja y sus textos se publicaban en los diarios Presente, El Sol del Sureste, Avance y Tabasco Hoy. Dedicó 20 años de su vida al periodismo. En 2014 interpuso una denuncia por amenazas en su contra. En 2019 fue asesinada a tiros al subir las escaleras que daban acceso a su casa, en Huimanguillo, Tabasco.

“Bordé el rostro de Norma Sarabia, no la conocí, la elegí porque tiene la misma inicial de mi nombre. Entendí la magnitud del proyecto donde logramos reunirnos en torno a mujeres que por hacer su trabajo su vida fue arrebatada.

“Discrepaba de una mujer valiente, así como hay personas que en el tema de salud no eligen ser una guerrera ante una enfermedad, también las mujeres periodistas no tendríamos porqué elegir ser valientes para mantenernos con vida y hacer lo que nos apasiona. Ojalá y pudiéramos hacerlo en otro contexto que no fuera de tanta violencia, de tanto riesgo, y su rostro fuera presentar algo más grato”.

Anabel Flores

La periodista del Diario Noticias y Corresponsal de CIMAC, Citlalli López,

confesó: “Yo elegí a Anabel Flores Salazar, una periodista de seguridad y policiaca en el Sol de Orizaba en Veracruz. Tenía 32 años de edad y 15 días de haber dado a luz cuando hombres armados la sustrajeron de su casa. Su cuerpo fue hallado en Puebla con rastros de tortura”.

Puntualizó la también reportera de Organización Radiofónica de Oaxaca:

“Las raíces y ramas bordadas son una metáfora que entrelaza dignidad y memoria. Bordar fue un acto de resistencia radical en un contexto donde la violencia impera”.

Felícitas Martínez y Teresa Bautista

La directora de OaxacaMedia, Rocío Flores, escogió a las locutoras triquis de La Voz que Rompe el Silencio, Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino.

La primera tenía 20 años cuando fue asesinada en 2007. Hablaba sobre la defensa de la tierra, los derechos de las mujeres y el cuidado del medio ambiente “y bordar su cara fue un homenaje a su labor desde las radios comunitarias y una oportunidad para tomar conciencia del eco que pueden representar nuestras palabras”.

Mientras que Teresa Bautista Merino tenía 24 años y una necesidad de hablar sobre justicia social. En 2007, iba de San Juan Copala a Oaxaca para participar en el Encuentro Estatal por la Defensa de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca, donde coordinaría la mesa Comunicación Comunitaria y Alternativa. Nunca llegó. Entonces, “quiero que se vea su sonrisa porque demuestra que su voz permanecerá”.

Reflexionó en su obra la también poeta Rocío Flores:

“Yo anoche (19 de diciembre 2023) estuve pensando que había dejado a la chica sola, porque una se acostumbra a estar con la figura, pensando en ella, qué le vas a poner, qué le gustaría para verse bonita, y anoche que hacia tanto frio, pensé: ‘ay, se va a quedar sola’.

“A mí me tocó a Felícitas Martínez, comunicadora triqui de San Juan Copala. Ese municipio autónomo se fundó en 2007, y un año después, en 2008, se fundó La voz que rompe el silencio, una radio comunitaria. Yo la elegí o ella me eligió y coincidimos en que cubrimos los mismos temas, defensa del medio ambiente, de la tierra y derecho de las mujeres”.

Selene Hernández

A la periodista y activista feminista, Soledad Jarquín Edgar, le tocó Selene Hernández León, la fotógrafa, diseñadora y periodista que en 2003 inició su proyecto al que llamó Nuestro Tiempo, semanario que investigó denuncias de corrupción, impunidad y violencia organizada. Fue asesinada en Toluca e 2010. La autopsia reveló que su muerte fue asfixia por ahorcamiento. Participó en el libro “Negocios de familia” (2008), en donde se exponían las complicidades del entonces gobernador de esa entidad, Enrique Peña Nieto.

Selene fue bordada con colibríes:

“Era una muchacha muy joven que le gustaba leer, y su profesión. Colaboró en dos libros, ‘Negocios de familia’ y ‘Tierra narca’. Nosotras estamos al filo de la navaja en un país donde la vida de las mujeres y en especial de las periodistas no importan”.

A la periodista de SemMéxico también le tocó hacer el rostro de su hija María del Sol Cruz Jarquín, fotógrafa y videasta, quien tenía 28 años cuando fue asesinada en medio del proceso electoral 2018.

“Sobre su crimen se cometieron tres delitos más: uno electoral, al ser enviada indebidamente a cubrir una campaña política; el robo de su equipo; y su feminicidio. El primero empantanado entre la fiscalía electoral y el Poder Judicial; el segundo tiene un responsable sentenciado, pero en libertad, y el tercer delito de feminicidio fue sobreseído parcialmente en 2022. Este diciembre se decretó el no ejercicio de la acción penal. Tres delitos en la impunidad.

“Coser, bordar, tejer, es como escribir una nota periodista que se va haciendo poco a poco hasta que una ve que algo está hecho. Fue muy emocionante de hacer el trabajo y me acordé mucho de las mujeres del pasado que se reunían y hacían este tipo de trabajo. Eran muy importantes estas reuniones, hablaban de sus problemas.

“Bordar su rostro fue significativo, cada puntada de la manta era como un detonante en mi mente sobre los porqués de su asesinato, y sólo pensaba en cómo hacer para que fuera un homenaje”.

María Elena Ferral

La periodista de El Imparcial de Oaxaca, Lisbeth Mejía, bordó a María Elena Ferral Hernández. Tenía 50 años de edad. Fue asesinada en 2020, antes había recibido amenazas de políticos de la región.

“Ella señaló la corrupción, los feminicidios y las desigualdades en los pueblos indígenas. Era madre, amiga y colega muy apreciada. Bordar su rostro fue para mí una forma de honrar su trabajo, de recordar su valiosa labor, y también para reconocer los riesgos que en México enfrentan las periodistas”.

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